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Carlos Peña, rector de la Universidad Diego Portales: "La Ley de Educación Superior no puede ser retroactiva"

El académico dice que la pérdida de la gratuidad por retraso no debiera regir en cohortes de alumnos anteriores a 2018.

El retor Carlos Peña

Hay un malestar social por los casos de pérdida de la gratuidad. ¿Cuáles son las nuevas urgencias de la educación superior?

Sugeriría no exagerar. Lo que hay son previsiones razonables acerca de los problemas que, en el mediano plazo, podría causar la baja tasa de titulación oportuna que, en el conjunto del sistema es muy alta. Quizá la forma de resolver ese problema que aqueja al sistema sea doble: por una parte una actitud del gobierno; de otra, de las universidades. Me explico.

El Gobierno debiera reconocer que la Ley de Educación Superior, en lo que respecta a quienes se atrasan, quitándoles parte de la gratuidad, no puede aplicarse a la cohortes anteriores a 2018. Como cualquier abogado sabe, la ley no puede ser retroactiva. Hay que estudiar entonces cómo se financian esos estudiantes, y no eludir el problema. Las universidades, por su parte, deben darse a la tarea de estudiar cómo mejorar sus procesos de selección y sus currículum a fin de aminorar los atrasos. Quizá esto lleve a la conclusión que las universidades deben ser tratadas de manera distinta según las características de su población estudiantil.

El Gobierno dice que no puede extender la gratuidad porque priorizará la educación parvularia. ¿Hay espacio para avanzar en educación superior?

Bueno, como le dije, yo no reduciría los problemas de la educación superior al tema de la gratuidad. El tema del financiamiento para el desarrollo estratégico de las universidades no se reduce ni coincide con la gratuidad, se relaciona con la investigación, la internacionalización, la mantención de buenas comunidades académicas. La gratuidad financia la docencia, no el resto de las actividades en el conjunto del sistema. Para resolver estos problemas, el financiamiento mixto -que proviene del Estado y de los privados- es ineludible.

En su caso, ¿cuánto debe crecer el financiamiento para que la UDP siga en gratuidad? ¿Cuánto tiempo pueden soportar un desfinanciamiento?

Le repito que el problema no es la gratuidad. No para la UDP. De hecho la gratuidad tal como está diseñada no supone un desfinanciamiento al menos a la UDP, que para 2018 tiene excedentes por más de $1.500 millones. El problema es el crecimiento estratégico de todas las instituciones del sistema y el financiamiento de la investigación. El problema es de futuro y de índole estratégica: ¿qué tipo de sistema universitario, estatal o privado, tendremos en 10 o 20 años si no establecemos mecanismos equitativos de financiamiento de la investigación o si no contribuimos al desarrollo equilibrado a nivel nacional del sistema? Desgraciadamente el ministro de Ciencia que asistió a la reunión del Cruch fue más bien tímido a la hora de manifestar ideas sobre esos problemas. La respuesta a esa pregunta nada tiene que ver con la gratuidad o los equilibrios financieros actuales de las instituciones. Exagerar los problemas de la gratuidad impide ver los verdaderos problemas del sistema de educación superior.

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