Schoenstatt estudia que exobispo Cox regrese a Chile a asilo de ancianos

"La idea es ponerlo a disposición de la justicia", dijo el sacerdote Patricio Moore, vocero del movimiento religioso que acoge al otrora prelado, quien a mediados de octubre pasado fue expulsado del estado clerical por el Papa.


"Va a tener que obedecer lo que nosotros decidamos, es la única oportunidad que tiene. Por supuesto que nos vamos a preocupar de él, pero queremos hacerlo acá en Chile", subrayó hoy el sacerdote Patricio Moore, vocero en el país del movimiento Padres de Schoenstatt. Y agregó: "La idea es que vuelva y se ponga a disposición de la justicia".

¿El motivo de su alusión? Uno hasta hace pocos meses impensado y que, de hecho, ya casi descansaba en el olvido: el regreso al país del exprelado Francisco José Cox, quien pertenecía a este instituto secular y tuvo la calidad de obispo emérito de La Serena hasta el pasado 13 de octubre, cuando el Vaticano comunicó que el Papa Francisco había decidido su dimisión del estado clerical, como consecuencia de actos manifiestos de abuso a menores.

El caso es controvertido. Cox (84) tuvo diferentes cargos en la alta jerarquía eclesiástica de la Iglesia Católica. Fue obispo de Chillán (1975-1981), secretario del Pontificio Consejo para la Familia en Roma, arzobispo de La Serena (1990-1997), secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de la Visita de Juan Pablo II y funcionario del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), hasta que en 2002 se retiró, bajo silencio y hermetismo, a un convento en Alemania, a la ciudad de Vallender, donde actualmente reside.

Si bien en diferentes momentos existieron denuncias periodísticas en su contra, sobre eventuales abusos sexuales, nunca hubo ningún proceso civil ni canónico concreto que las avalara. Lo que sí ocurrió este año, cuando la Congregación para la Doctrina de la Fe, del Vaticano, comenzó a investigar una denuncia contra Cox por hechos que habrían ocurrido entre 2004 y 2007, en Alemania, pero que fueron dados a conocer por la presunta víctima en Estados Unidos. Y que habrían ocurrido cuando esta era menor de edad.

En paralelo, dos supuestas víctimas chilenas del religioso declararon ante la fiscalía y la Corte de Apelaciones de La Serena.

Y ahora, en enero, probablemente durante la primera quincena y después de 16 años, Cox regresará a Chile.

Respecto del lugar donde vivirá, el sacerdote Moore, de los Padres de Schoenstatt, explicó que "nosotros no queremos que esté en una residencia de nuestra casa; estamos viendo la posibilidad de llevarlo a algún asilo de ancianos. De hecho, estamos viendo las posibilidades de dónde vamos a ponerlo, porque él ya no es clérigo, ya que fue dimitido del estado clerical".

También trascendió que el instituto secular le efectuó a Francisco José Cox una batería de exámenes para corroborar que podía viajar a Chile sin riesgo, ya que el exobispo padece una serie de enfermedades, entre ellas demencia senil. De allí la interrogante respecto de si podrá enfrentar a un tribunal de justicia.

"Esa es la idea, pero tienen que verlo los expertos acá. Nosotros lo vamos a poner a disposición de la justicia y ahí se verá si es capaz de responder a un interrogatorio. (...) El Vaticano, junto con dimitirlo, nos pidió expresamente preocuparnos de él. Por eso, se gestiona su venida y lo vamos a ayudar en todo lo que sea posible", dijo Patricio Moore.

"Ver para creer"

La noticia fue bien recibida por Hernán Godoy, uno de los denunciantes de Cox en La Serena: "Es algo muy positivo, porque todo este proceso ha sido difícil. Son una congregación seria y tienen que cumplir", dijo.

Quien tiene ciertas dudas es Felipe Barraza, vocero de los laicos de La Serena: "Schoenstatt ha encubierto durante mucho tiempo a este personaje, que hizo tanto daño, y ante eso no podemos confiar ciento por ciento en lo que están diciendo. Ver para creer. Cuando lo veamos acá, como un ciudadano más, vamos a creer".

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