Histórico

Boa constrictor se le escapó a su dueño y asustó a medio edificio

El ofidio "Bono", de casi dos metros, subió del piso 23 al 24 en inmueble de Las Condes. Se refugió entre unas máquinas. SAG lo requisó.

“Estaba muerta de susto. Me llegó un mensaje al teléfono en que avisaban que había una serpiente perdida en el edificio y no pude dormir. Tengo hijos pequeños y me levantaba a revisarlos cada cinco minutos”, contó Carla Alvarado, residente de un condominio en Las Condes.

En este edificio estaban todos asustados desde el jueves en la tarde, cuando un técnico halló, en el piso 24 de una de las torres, algo que él vio como un monstruo mitológico: se trataba de una boa constrictor, mascota de uno de los vecinos, que llevaba al menos ocho meses extraviada.

El hallazgo del ofidio se dio en una revisión de rutina de las calderas de la torre D del inmueble, ubicado en Av. Kennedy. Allí, abrigado entro los tubos de gas y los quemadores, encontraron al reptil de 1,80 metros y casi 3 kilos. Ante el inesperado polizón, los técnicos bajaron a avisar al supervisor del edificio, Rodrigo Martínez.

“Nadie se quería acercar porque no sabíamos qué especie era, así que la dejamos encerrada y esperamos que viniera personal del SAG (Servicio Agrícola Ganadero), al día siguiente, para llevársela”, relató el funcionario. Y agregó que la boa “debe haber subido por el ducto de ventilación o por la azotea, buscando el calor, ya que su dueño vive en el último piso”.

Estaba sano

Adrián Barahona, dueño de la boa extraviada, contó que se llama Bono: “Tiene aproximadamente nueve años y nació en un criadero en Chile. Se me escapó el año pasado, entre agosto y septiembre, por lo que yo lo daba por muerto. No sé cómo se fue ni cómo logró sobrevivir, pero afortunadamente está completamente sano; no está flaco ni nada”.

Según explicaron en el SAG, las boas constrictor adultas pueden alcanzar hasta cuatro metros de largo. Oscar Concha, director metropolitano de la entidad, dijo que “al tratarse de un espécimen pequeño, no representaba ningún riesgo. Pero sí podía significar un peligro para seres vivos de menor tamaño, como otras mascotas”.

Este viernes, al mediodía, personal del SAG hizo decomiso del reptil. “Hay tiendas de mascotas en los que se pueden comprar estos animales. Sin embargo, hay una serie de requisitos y los dueños tienen que conservar la boleta que certifica su origen. En este caso, el dueño no contaba con esa boleta, por lo que la serpiente fue decomisada y trasladada al Zoológico Nacional, del Parque Metropolitano, para evaluar su estado de salud y luego determinar su destino”, detalló Concha.

Barahona, sin embargo, está decidido a rescatarla: “Bono está legal en el país, sólo tengo que ir a buscar los papeles a su veterinario y con eso lo recuperaré”.

Los que no están muy de acuerdo son sus vecinos. “Es mejor que se quede en el zoológico”, dijo María Pía Morales. Y agregó que “nadie puede obligar a una persona a tener un determinado tipo de mascota, pero si él va a adoptar esos animales, que pueden ser un riesgo, por lo menos debería habernos dicho”, señaló.

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