El psiquiatra y ex rector universitario Edmundo Chirinos, a quien alguna vez consultó el presidente venezolano Hugo Chávez, fue condenado el miércoles a 20 años de prisión por el asesinato de una joven estudiante de periodismo, informó la Fiscalía General de Venezuela.

El tribunal quinto de Juicio de Caracas lo encontró culpable por la muerte de Roxana Vargas, ocurrida el 12 de julio de 2008, luego de que la Fiscalía presentará pruebas por el cargo de homicidio intencional.

La estudiante de 18 años fue encontrada sin vida en un parque de las afueras de Caracas, dos días después de ser reportada desaparecida por sus familiares.

Chirinos, de 72 años, fue rector en los años ochenta de la Universidad Central de Venezuela, se postuló a la presidencia del país en 1994 por el Partido Comunista y admitió públicamente que Chávez llegó a consultarlo como psiquiatra antes de iniciar su mandato.

También ocupó un escaño en la Asamblea Constituyente que se instaló en 1999 y que redactó la Constitución bolivariana, aprobada ese año en consulta popular.

Además de ser condenado a prisión, el tribunal inhabilitó a Chirinos para el ejercicio de la psiquiatría. También le negó la posibilidad de cumplir la reclusión en su casa, a pesar de que hay precedentes de condenados mayores de 70 años que obtienen ese beneficio.

Según las pruebas presentadas por la Fiscalía, Chirinos llamó por teléfono varias veces a Vargas el día de su desaparición, lo que lo colocó como principal sospechoso.

La policía encontró rastros de sangre en su consultorio, donde también halló un zarcillo de la víctima, quién fue paciente del doctor, explicó la Fiscalía.

Agregó que Vargas había advertido en su blog personal que el psiquiatra abusaba de sus pacientes.

"Una de las pruebas que terminó de arrojar resultados esclarecedores en este caso, fueron las obtenidas en un allanamiento realizado a la residencia de Chirinos, donde localizaron 1.200 fotos de pacientes mujeres desnudas, mientras el psiquiatra abusaba de ellas, valiéndose de sedantes", señaló la Fiscalía.

Añadió que durante las audiencias, Chirinos negó su culpabilidad en el hecho y repitió que la sangre, el zarcillo y las fotografías encontradas por los agentes fueron "sembradas" por un enemigo.