En tiempos en que la creatividad en el cine ha llegado a su mínima expresión, la sola idea de una trilogía suena a una excentricidad prehistórica, a un esfuerzo cuya exigencia y ambición parece una expresión de otro tiempo.

Y es posible que así sea, ya que un tríptico se vincula a grandes historias épicas o frescos históricos de largo alcance, algo que no está en sintonía con la ramplonera que inunda al cine de estos días. Quizás como un ejercicio retrospectivo para mirar a glorias pasadas, la revista Empire convocó a sus lectores a elegir las mejores trilogías de la historia del cine.

El resultado de la votación, que reconoció a 33 títulos, entregó algunas sorpresas, como el desplazamiento de El Padrino del sitial históricamente considerado como del más grande tríptico del cine en desmedro de la más taquillera El señor de los anillos, y la previsible La guerra de las galaxias, una saga que se ampara más en la lealtad de sus fans que en una revisión más exigente de sus bondades.

Sobre la saga de Peter Jackson, Empire reconoció que hay una atención meticulosa a los detalles, tanto de decorados como de locaciones, lo que la hace un ejercicio casi verosímil en su fantasía. Pero por sobre todo, la revista destaca los temas de la amistad y el compañerismo que las cintas de Jackson presenta, por sobre la marea de efectos y el sentido del espectáculo total.

Más atrás se ubican La Guerra de las galaxias, Regreso al futuro, Toy Story, y recién en quinto lugar, la saga de Francis Coppola, El Padrino. De este grupo que la sigue, quizás Regreso al futuro sea la más sorpresiva, ya que pese a ser un clásico no está canonizado al nivel de La guerra de las galaxias, su prolija artesanía narrativa y su complejidad disfrazada de espectáculo de matiné la pone varios escalones por encima.

En los siguientes puestos aparecen quizás sorpresivamente la saga de Jason Bourne, la taquillera Indiana Jones, la trilogía de spaghetti westerns de Sergio Leone, Matrix y un trío de films de culto: Evil dead, que consagró la carrera de Sam Raimi (Spiderman).

En el puesto 11 surge la primera trilogía de lo que podríamos llamar cine de autor: Tres colores, del polaco Krzysztof Kieslowski, para luego retomar la superproducción hollywoodense de la mano de Alien, Piratas del Caribe, Duro de matar, la precuela de La guerra de las galaxias y El hombre araña, entre otras.

Cabe destacar que en el puesto 18 se ubica lo que es probablemente la mayor rareza de la lista, la "trilogía de la venganza" del coreano Park Chan-Wook, compuesta por Simpathy for Mr. Vengeance, la aplaudida Old boy y Lady Vengeance. Un tardío reconocimiento a una de las pocas cintas que han logrado en los últimos años redefinir el concepto de violencia cinematográfica.