La Federación alemana de Biología de la Construcción alertó que las ampolletas de bajo consumo podrían eventualmente ser peligrosas para la salud. Esto, pues además de tener mercurio (metal altamente tóxico), poseen una elevada radiación electromágnética.

"Las lámparas de bajo consumo superan la norma mundial de radiación para computadores en algunos casos entre 12 y 40 veces", sostuvo el biólogo Johannes Schmidt, miembro de la federación.

El experto advirtió que este efecto podría notarse a largo plazo, pues sobre este tema "se sabe demasiado poco".

Al contrario de las ampolletas incandescentes, que es más similar al de la luz solar, el componente azul de las ampolletas de bajo consumo podrían desencadenar estrés e insomnio debido a que inhibe la secreción de la hormona del sueño, la melatonina.

ALTERNATIVA
Como alternativa, el biólogo Schmidt propone las ampolletas halógenas incandescentes, que se parecen a las "normales" pero en las que el filamento metálico es reemplazado por una lámpara halógena, "como en el faro de un coche".

La Unión Europea decidió que no se comercializarán ni fabricarán lamparas incandescentes a partir del año 2012, siguiendo el ejemplo de países como Australia, Nueva Zelanda o Japón, con el fin de ahorrar energía.

A partir del pasado 1° de septiembre empezaron a ser retiradas del mercado las lámparas incandescentes de más de 100 vatios y se calcula que llevará meses hasta que desaparezcan en su totalidad.