En Japón se ha relegado el gasto de años anteriores, cuando las lujosas tiendas de los barrios Ginza y Omotensando eran un hervidero de ávidos compradores de Prada, Gucci o Louis Vuitton. Esto ha obligado a bajar los precios para recuperar las ventas.

La firma de moda Uniqlo presentó en marzo una línea de jeans a 990 yenes (5.000 pesos) que ha empujado a la competencia a ofrecer descuentos, lo que le ha supuesto un nuevo aumento de ventas, a pesar de la crisis.

No obstante, en opinión de Ikeo, profesor de la Universidad Keio Kyoichi y experto en comportamiento del consumidor, el comprador nipón seguirá optando por la moda de primeras marcas, joyas y viajes a cambio de apretarse el cinturón en otro tipo de costumbres.

"Los japoneses son compradores muy selectivos y ahorran durante la semana de trabajo para permitirse otros lujos", aseguró Ikeo.

Para las tiendas descuento, la crisis se ha convertido en su mejor oportunidad y en muchas de ellas las ventas crecen a ritmo de dos dígitos y los beneficios de empresas como "Seven Eleven" siguen una senda ascendente.

Otro de los éxitos del ahorro ha venido de empresas como "Fast Retailing", propietario de Uniqlo, que ha aumentado sus ventas un 35% en el primer trimestre del año con una línea de ropa sencilla y descuentos agresivos que ha atraído los ahorros japoneses.