El líder centro-izquierdista Andrés Manuel López Obrador dijo el domingo que va a seguir luchando por la democracia de México, al encabezar unas "asambleas informativas" en las que se recogieron presuntas pruebas de las irregularidades que se cometieron durante la elección presidencial del pasado 1 de julio.

López Obrador acudió a la asamblea realizada en ciudad Nezahualcóyotl, en el céntrico Estado de México. En total se realizaron 142 reuniones de este tipo en plazas públicas del país.

"Vamos a seguir adelante, vamos a seguir luchando por nosotros, pero sobre todo los que vienen detrás de nosotros", dijo López Obrador, que encabezó la impugnación que hizo la izquierda a las elecciones en las que obtuvo la mayoría de votos Enrique Peña Nieto, del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

"No es en vano esta lucha y si nosotros nos rendimos se establece un México dictatorial y nos convertimos en esclavos de nuestra propia tierra", afirmó.

López Obrador descalificó las afirmaciones que han hecho algunos de sus críticos respecto a que con su actitud frente a los resultados de las elecciones, tanto de 2006, en las que no reconoció su derrota por mínima diferencia ante Felipe Calderón, como en las actuales, esté generando una división en los mexicanos.

"Desestabilizar es permitir la podredumbre, la corrupción y la inmundicia. Luchar por la Constitución es darle estabilidad y tranquilidad a México", afirmó el ex alcalde de Ciudad de México.

Durante las asambleas realizadas este domingo en plazas públicas se instalaron mesas de acopio de pruebas de compra de votos, antes y durante la pasada elección presidencial. Además, se recogieron firmas de ciudadanos que respaldan la solicitud de invalidez de la votación.

Durante el evento también se anunció la realización el próximo 12 de agosto en el Zócalo del Distrito Federal -plaza de la Constitución de la ciudad de México- una feria del "Expo Fraude" en la que se presentarán las tarjetas de monederos electrónicos con las que presuntamente el PRI compró unos cinco millones de votos y otras pruebas de irregularidades en los comicios.

"Tenemos pruebas para asegurar que Peña Nieto compró alrededor de cinco millones de votos; sólo en el estado de México compró un millón de votos con dinero en efectivo, con tarjetas Soriana, con entrega de despensas, de materiales de construcción y otras dádivas", insistió López Obrador.

Las asambleas antecedieron a otra jornada que planea realizar la coalición de izquierda que lidera el Partido de la Revolución Democrática (PRD) de López Obrador el próximo domingo 5 de agosto en las ciudades capitales del país para rechazar la victoria de Peña Nieto.

Las reuniones hacen parte del "Plan Nacional de Defensa de la Democracia y de la Dignidad de México" que promueve la izquierda para rechazar la elección presidencial, en la que aseguran hubo compra de votos, financiamiento ilícito, exceso de gastos en la campaña e intervención de gobernadores del PRI en la votación, entre otros.

Paralelo a las denuncias de la izquierda por estos delitos electorales, el PRI ha asegurado que la campaña de López Obrador tuvo un financiamiento oculto a través de organizaciones civiles que, entre otros, fueron apoyadas económicamente por gobiernos administrados por políticos de partidos que respaldan al centro-izquierdista.

En las elecciones del pasado 1 de julio, el centro-izquierdista quedó 6,62 puntos por debajo del ganador Peña Nieto.

Las impugnaciones que se han hecho a las elecciones presidenciales son estudiadas por el tribunal electoral mexicano, que tiene como plazo hasta el 6 de septiembre para analizar el expediente y decidir si avala los resultados.