Recordado más como una celebridad que como el gran piloto de Fórmula Uno que fue, James Hunt dejó huella entre los fanáticos tuercas de Gran Bretaña. Conocida era su afición por las fiestas y el alcohol, pero la salida al mercado de un libro biográfico revela detalles hasta ahora desconocidos de una vida llena de excesos.

"Shunt: La historia de James Hunt" (por el apodo que se ganó por destrozar autos), recopila detalles de la vida del campeón más antiprofesional de la historia de la F-1, que poco entrenaba y al que sus fanáticos recuerdan por su talento casi innato al frente de los monoplazas.

Según el libro de Tom Rubython, en el mejor momento de la carrera de Hunt fue uno de sus peores en cuanto a disciplina deportiva, puesto que detallan como tuvo sexo con 33 azafatas en su habitación del Hotel Hilton de Tokio, en la semana previa a la disputa del GP de Japón de 1976. En la carrera remató tercero y, gracias al retiro de Nikki Lauda (reconocido por su profesionalismo al volante), logró el punto necesario para ganar el campeonato mundial de pilotos.

La publicación además revela uno de los rituales del piloto inglés, que como se presentaba a las carreras tras noches de fiesta, debía vomitar a un costado de la pista antes de subirse al auto y deslumbrar con su talento.

Su adicción al sexo

Pero no sólo alcohol consumía Hunt con desesperación, sino que también mujeres. De acuerdo al autor del texto, el ex piloto de las escuderías Hesketh, McLaren y Wolf confesó haber tenido encuentros sexuales con más de cinco mil mujeres antes de fallecer a los 45 años debido a un infarto al miocardio.

Pese a su fama de "Playboy", se casó con Suzy Miller en 1974, en una extraña ceremonia donde estuvo borracho, lo que se debió, según confesó a que "no podía concebir la idea del matrimonio".

Relación con las estrellas

Amigo de Richard Burton y Elizabeth Taylor, su relación ambos incluyó varias fiestas, pese a la gran diferencia de edad que existía. Pero su relación con el actor tendría un episodio particular que incluyó una "transacción" por un millón de dólares.

Burton ofreció la millonaria suma a Hunt para que se separara de su esposa, pues él estaba interesado en ella. Así, en junio de 1976 se formalizó la separación de Burton y Taylor, así como la de Hunt y Miller en Puerto Principe, y al mes después el reconocido actor se casó con la ex del piloto en Virgina.

"Suzy era un encanto, pero James no es un hombre para estar casado", aseguró el actor años después.