El actor Russell Crowe acaparó hoy toda la atención de la rueda de prensa en el Festival de Cannes para presentar Robin Hood, el nuevo trabajo de Ridley Scott que coprotagoniza junto a Cate Blanchett, y que hoy inaugura la 63 edición del certamen francés.

Su compañera de reparto, apenas tuvo oportunidad de hablar en la rueda de prensa, aseguró que le hubiese gustado más dar vida Robin, el forajido que se convirtió en leyenda robando a los poderosos para repartir el botín entre los más desfavorecidos, que a Lady Marion, la dama de alta cuna de la que se enamora del héroe, un hombre honesto.

La siempre elegante actriz australiana da vida a una Lady Marion decidida y luchadora, capaz de enfundarse la armadura si es necesario y desenvainar la espada.

"Lo bueno de su historia de amor", señaló Crowe, "es que se trata de un amor adulto y se aproximan poco a poco". Robin Hood se centra en la etapa previa a la leyenda, en la que que el diestro arquero que luchó en las cruzadas junto al rey Ricardo Corazón de León se convierte en un prófugo por las injusticias que ve en su Inglaterra natal.

Crowe, que no cerró la puerta a una segunda parte, prometió escenas de amor mucho más intensas en la próxima entrega. "Si quieres barro, lo tendrás", le dijo un divertido Crowe a Blanchett, que minutos antes había elogiado la ambientación extraordinaria de la historia en el siglo XII, que hace que casi se pueda oler el barro.

Blanchett comentó además que aparte de trabajar con Crowe y Scott (pareja de éxito ya desde Gladiador) le atrajo sobre todo compartir plano con Max von Sydow, quien da vida a Sir Walter Loxley.

Crowe apuntó enseguida, sonriendo, que su motivación fue besar a Cate, a lo que ella replicó en el acto: "Por supuesto, yo también quería besar a Russell".