Opinión

Chile, los BRICS y el multilateralismo

Chile, los BRICS y el multilateralismo

La reciente visita del Presidente Boric a China a participar en el IV Foro Ministerial China-CELAC despertó críticas. Se alega que, en momentos de tensiones comerciales entre Estados Unidos y China, ella habría sido muy osada, corriendo el riesgo de desatar las iras de Washington. La mera noción que el Presidente de Chile no debería visitar a su principal socio comercial, y más aún, que no debería hacerlo con ocasión de una importante instancia de dialogo entre China y América Latina es contraintuitiva.

En su discurso en Beijing, el Presidente Boric reiteró el compromiso de Chile con dos principios claves de la política exterior de Chile: el libre comercio y el multilateralismo. En momentos en que los Estados Unidos reniega de ambos, la pregunta que surge es, ¿Para congraciarse con el gran país del Norte, debería Chile entonces abrazar el proteccionismo y la acción unilateral en materia de política exterior para así ganarse el favor de Washington? El hacer la pregunta es responderla.

Algo similar ocurre con el debate completamente artificial que se ha generado con relación a la invitación de Brasil para que Chile asista a la cumbre de los BRICS en Rio de Janeiro del 6 al 7 de julio. Instancias informales como el G7, el G20 y los BRICS han adquirido cada vez mayor importancia en un orden mundial en transición. Ellas constituyen instancias claves que darán forma a la nueva arquitectura mundial. Chile no es miembro de ninguna de ellas.

En estas cumbres, el país anfitrión invita a países adicionales, no miembros del grupo. Ello constituye una gran oportunidad para que los invitados alternen con algunos de los principales lideres mundiales, incluyendo a los de cinco de los diez mayores países del planeta para deliberar sobre los grandes temas de nuestro tiempo. Una participación ocasional de este tipo, como sería la de Chile en Río esta vez, no obliga a nada ni implica compromiso alguno.

En esos términos, el sostener que Chile no debería asistir a la cumbre de un grupo como el de los BRICS, que representa un 45 por ciento de la población mundial, un 35 por ciento del producto mundial en términos de paridad de poder adquisitivo y casi la mitad de la producción mundial de petróleo, por temor “al qué dirán” es insostenible. Tanto en su reciente visita a India como en la que hizo a China, el Presidente Boric se refirió al auge del Sur Global y al papel de Chile en ello. No hay expresión más visible de este auge que los BRICS, ahora ya con diez miembros y la reciente incorporación de Indonesia.

El lema de los BRICS en 2025 bajo la presidencia de Brasil es “Fortalecer la cooperación Sur-Sur por una gobernanza mas inclusiva y sostenible”. En momentos en que el Norte está cada vez más dividido y fraccionado, Chile debe aportar su grano de arena a esta gran tarea de cooperación Sur-Sur. El que Chile diga presente en la cumbre de Rio en julio es un paso en esa dirección. Lo demás es música.

Por Jorge Heine, profesor de Relaciones Internacionales, Universidad de Boston

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