En la calle, los bares y la prensa...



Muchos lectores imaginan que en la Academia de la Lengua reina el silencio y que todas las peticiones lingüísticas que se le hacen no prosperan, y terminan durmiendo el sueño de los justos. Pero, no es así: hay debate, controversia y ruido. En estos días, sin ir más lejos, Carmen Calvo -la nueva vicepresidenta del Gobierno Español y ministra de Igualdad- lanzó una pedrada verbal que golpeó con fuerza a las puertas de la Real Academia de la Lengua, RAE.

Anunció que pediría un informe para adaptar el texto de la Constitución de España a un lenguaje inclusivo, que se ajuste "a las realidades de la igualdad y el género". Agregó que "ha llegado el momento de que nuestra Constitución tenga un lenguaje respetuoso a ambos géneros. Solo tiene un lenguaje masculino y eso no se corresponde con una democracia desarrollada (...). Las mujeres no tenemos por qué reconocernos en el masculino, que además es absoluto en la Constitución".

La arremetida de la vicepresidenta Calvo produjo distintas reacciones al interior de la Academia. El director, Darío Villanueva, señaló que "el problema está en confundir la gramática con el machismo", y agregó que "el uso sistemático de dobletes (como miembro y miembra) acaba destruyendo la esencia económica de la lengua. Las falsas soluciones, como las que proponen poner en lugar del 'o' y el 'a', el 'e', me parecen absurdas, ridículas y totalmente inoperativas". El director recordó que "la Academia no inventa, no propone, no impone no induce el uso de las palabras, sino que recoge las que la sociedad genera". El trámite interno ya se inició y habrá un pronunciamiento del pleno de la Academia en octubre, pero Villanueva no espera una sorpresa: "la doctrina sobre el tema es muy clara, y no creo que la Academia se vaya a apartar de ella".

Varios académicos han alzado la voz, entre ellos Manuel Gutiérrez Aragón -director de cine y escritor- que dijo que "la RAE siempre estuvo en contra del lenguaje inclusivo, porque una cosa es la visibilidad de las mujeres, y otra, que se fuerce el lenguaje". También señaló que le molesta que la cuestión venga "no tanto por una demanda del lenguaje inclusivo, sino por una presión política". Arturo Pérez Reverte, autor de varias novelas (entre ellas, la saga del Capitán Alatriste), está dispuesto a dejar la Real Academia Española "si prospera la iniciativa". Pero, hay otras voces: la escritora y académica Soledad Puértolas sostiene que "el tema ya está en la calle, en los bares, en la prensa. Claro que hay que echar un repaso a la Constitución".

La fundación del Español Urgente dice que el lenguaje inclusivo evita, supuestamente, la discriminación de la que son objeto las mujeres en algunas ocasiones. Nuestra lengua dispone de dos géneros principales: femenino y masculino, pero este último puede englobar también al primero, como en la oración "los niños pequeños son muy indefensos". Por tener un género no marcado (o inclusivo), que coincide con el masculino, es este el que se emplea de manera general para abarcar ambos, excepto en algunos pocos casos, como brujos o monjes, que no afecta a las brujas y a las monjas...

Como sea, Carmen Calvo seguirá adelante con o sin la asesoría de la RAE.

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