Sin unidad, no hay nueva Constitución
SEÑOR DIRECTOR:
Es desconcertante la incapacidad de la derecha chilena para leer el estado de la política. No han comprendido la crisis que afecta a nuestras democracias y siguen creyendo que un apoyo electoral circunstancial es una carta blanca, que autoriza a los ganadores a transformar todo a su antojo. Ciertamente no son los únicos, los extremos políticos siempre desean los absolutos y hoy más que nunca es difícil lograrlos porque los ciudadanos no confían. Chile Vamos podría haber jugado un rol mucho más relevante en el Consejo Constitucional y proyectarse como una nueva derecha comprometida con la unidad nacional, pero terminaron por asociarse al extremismo de republicanos; tal vez en el fondo piensan igual.
Una nueva Constitución sólida debiera estar validada por una amplia mayoría sin lugar a mayores desacuerdos sobre las normas, cualquier resultado plebiscitario menor al 70% daría un margen demasiado amplio para alentar a sectores que deseen deslegitimar los acuerdos. Nuevamente se ha desperdiciado la posibilidad de alcanzar la unidad en torno a la Constitución en un gesto histórico que marcará un antes y un después para iniciar un nuevo ciclo y seguiremos estancados. Es probable que las posiciones en contra aumenten cuando se inicie la campaña, porque se mostrará claramente la división y el antagonismo sobre un proyecto mínimo de país, que transformará la propuesta en algo inviable que arriesga aumentar los conflictos. En consecuencia, no habrá un clima para aceptar esta propuesta.
Faltó visión y patriotismo con el que tanto se hacen gárgaras y, sobre todo, faltó responsabilidad. Los consejeros interpretaron la responsabilidad con no disfrazarse, no vociferar e intentar una discusión civilizada, si bien esto fue un logro, no deja de ser secundario frente al desafío central que era alcanzar un acuerdo transversal. La solución más razonable estaba a la mano y era aprobar sin mayor cambio ni estridencia el texto propuesto por la Comisión Experta, lo más equilibrado a lo que podíamos llegar y que tenía importantes avances en diversas materias.
Lo bueno de todo esto es que la Comisión Experta mostró un camino viable que algunos no apreciamos en su momento, el problema es que continuar en esa vía para alcanzar una salida al atolladero constitucional, requiere una alta dosis de confianza y paciencia ciudadana que ya prácticamente se agotó. La salida a esto debe pensarse en una fórmula que permita recuperar la confianza.
Daniel Grimaldi
Director ejecutivo de Fundación Chile21
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