Opinión

Un espacio generoso

SEÑOR DIRECTOR

El Parque San Borja y el centro de Santiago son un magnífico soporte para el espacio público y sus manifestaciones. La polémica levantada sobre los murales nos hace dudar de su contenido, más que de su expresión. Pintar fachadas a discreción aleja al paseante y al público. El centro geográfico de Santiago y su eje presenta un deterioro sostenido. Pero este no es solo un tema local, sino territorial.

Desde este epicentro hay 100 km. hacia la costa, el Océano Pacífico y su costa, un borde público continental magnífico; 50 km. hacia el nuevo Parque Santiago, o al cerro El Plomo, lugar increíble. Hay todo un eje de 150 km. que espera un tratamiento adecuado y expresiones de arte de categoría.

De oriente a poniente y de cordillera a mar: miradores, pausas, caminos, puentes, túneles, umbrales; en el valle, una intervención de diseño y arte completa para el eje Las Condes, Apoquindo, Providencia, Alameda; luego, salir de Santiago en medio del carácter rural de espectaculares y fértiles valles que esperan no solo una vía de conexión; llegar a la costa, al borde, el encuentro con las aguas, cuya historia y cultura ética y estética están en penumbra. Valparaíso y San Antonio están pintarrajeados groseramente.

Tenemos la oportunidad de llenar de buenas expresiones y contenido estos espacios compartidos que debieran reconocer las diversas características de sus usuarios, desde ancianos a niños, en que todos nos sintamos muy a gusto.

Óscar Mackenney P.

Arquitecto 

Vicedecano Arquitectura y Arte UDD

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