Uso de redes sociales
SEÑOR DIRECTOR
En estas primeras semanas de gobierno hemos sido testigos de dos fenómenos en relación con el uso de las redes sociales. La primera, que calificamos de negativa, es la apresurada reacción de algunas autoridades al “informarse” por el mundo virtual de lo ocurrido en una protesta, donde un carabinero usó su arma de servicio para protegerse de un ataque de manifestantes. Varios personeros apresuraron juicios y pidieron sanciones a través de sus redes, cuando antecedentes posteriores demostraron que los hechos no eran como se apreciaron inicialmente. Las críticas arreciaron y hasta un diputado oficialista reconoció que su sector “tiene un problema con Twitter”.
El segundo ejemplo, esta vez positivo, fue ver la cuenta de Twitter del ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz (@JuanCaMunozA), presentando a su equipo de trabajo, desde asesores hasta jefes de división. Queremos creer que en lo sucesivo el gabinete, y el propio Presidente, preferirá esta segunda forma de utilizar las redes sociales más que la primera. El ejemplo inicial es la forma en que se van minando las confianzas en instituciones y autoridades, mientras la segunda tiene el efecto contrario, generando confianza en el Estado y sus representantes.
Sin duda, un mensaje oportuno y golpeador es más atractivo que uno meramente informativo: hay más comentarios, tráfico de datos, RT’s, pero a la larga esta popularidad virtual puede ser contraproducente, como lo vimos hace algunos días. Suponemos que ese dilema debería estar superado por la nueva generación que ocupa La Moneda, pues la responsabilidad de conducir al país es mayor que la oportunidad de ser un influencer.
Paulina Ibarra
Directora Ejecutiva
Fundación Multitudes
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