La importancia de acompañar a las niñas y niños en sus emociones




La salud mental ha sido unos de los principales temas a abordar durante la pandemia, ya que en momentos como estos, el resguardo emocional es importante. Y así como los adultos, los niños también pueden verse afectados emocionalmente, y en ese escenario, tanto padres como madres son un pilar importante para gestionar sus emociones. La psicóloga María José Cuéllar ha podido observar que hace un año había más tolerancia o esperanzas en relación al escenario de la pandemia. Sin embargo, aún con las cuarentenas, el distanciamiento social, sumado al estrés laboral y la carga del hogar, no es raro ver que las personas estén más irritables. “Y los niños son un reflejo de los padres, pues como se vayan sintiendo ellos, de cierta forma pueden percibir y reaccionar a esta emocionalidad”, explica.

Según explica, ha habido un cambio en el comportamiento que anteriormente no se observaba, se pueden ver conductas más irritables, demostraciones de malestar, conductas regresivas, más llantos, peleas, entre otros. “Las emociones están a flor de piel. Muchas niñas y niños están más demandantes y por lo general siempre eligen a uno de los padres, por lo tanto eso va a requerir que se ponga su atención en él. En ese escenario es importante conversar y explicarles que, por ejemplo, están trabajando, y sirve mucho hacer un trato: yo voy a estar trabajando pero en este horario vamos a estar juntos”, explica a modo de ejemplo. Pero es una situación difícil ya que, muchos padres no aprendieron gestionar sus propias emociones, por lo tanto ¿cómo actuar?

“Es fundamental que los papás y mamás primero puedan manifestar cómo se sienten. En la medida que se expresen, ya sea que están tristes o preocupados, las niñas y niños empiezan a entender automáticamente que está bien sentir ciertas emociones. Sin embargo, lo que tú haces con esa emoción es lo que importa, y ahí se deben enseñar estrategias para su manejo”, explica. Frente a esto, la psicóloga comenta que muchos padres no se atreven a demostrar sus emociones para que las niñas y niños no se sientan mal. “Pero aquí hay una diferencia bien grande en cómo demostramos esa emoción, pues uno puede hablarlo de manera superficial. Al evitar los sentimientos, los niños lo harán de la misma manera y es ahí cuando se manifiestan con sus conductas”.

Para la psicóloga clínica, María José Turu, durante mucho tiempo las emociones estuvieron categorizadas en negativas y positivas, pero en la actualidad ese juicio no se hace, y se habla meramente de emociones, ya que cada una tiene su función. “Cuando nuestro hijo expresa alguna emoción sea cual sea –claramente hay emociones que son mas placenteras que otras– como padres nuestro rol es dar espacios para que esas emociones sean expresadas y, en vez de pensar ‘como calmo a mi hijo’, cambiar el concepto a ‘cómo lo acompaño’, porque no es calmar para que deje de llorar, se trata de acompañar en eso que estas sintiendo y a continuación te muestro formas en las que si puedes expresar esa emoción”, explica.

Dentro de los consejos que entrega esta especialista destaca poner foco en la necesidad y no en la conducta. Muchos estudios demuestran que si un niño tiene una conducta que no es aceptada, en la base hay una necesidad detrás de ese comportamiento que necesita ser escuchada. Por ende, uno de los roles claves como padres es el acompañamiento de la emoción, para que de esa forma, se moldee la conducta y se valida lo que siente el menor.

“Le enseño formas aceptadas de cómo yo espero que actúe en ese momento. Para esto, primero es importante hacerse la pregunta ¿qué necesidad hay detrás de esa conducta o que me está queriendo decir? Después, ¿qué habilidades están faltando? Por ejemplo, falta de tolerancia a la frustración; y a continuación ¿qué puedo hacer yo para acompañarlo en eso? Cuando yo entiendo la necesidad y dejo de lado la conducta, puedo empatizar más con que hay algo ahí que le esta pasando. Una vez que ya sé cual es la necesidad que le falta, puedo ayudarlo a desarrollarla y cuando se logre ese objetivo, lo más probable que esa habilidad pueda ser expresada de la forma en la que yo le he demostrado”, explica.

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