Por Patricia Morales¿Qué pasará con el rol de Primera Dama en el próximo gobierno?
El fin de la figura de primera dama marcó un hito en este gobierno, pero el debate vuelve a instalarse en la antesala de las elecciones. Mientras algunos candidatos buscan restablecerla con su sentido más tradicional, otros la consideran una institución superada. Estas son las parejas –y posibles futuras primeras damas– de los aspirantes a La Moneda, y lo que han dicho sobre el rol y su eventual continuidad.

Fue a comienzos de este gobierno cuando, por primera vez, el rol de la primera dama quedó públicamente en entredicho. En ‘Las caras de la moneda’, de Canal 13, la entonces pareja del presidente Gabriel Boric, Irina Karamanos, dijo una frase que muchos aún recuerdan: “No soy ni primera ni dama”. Lo afirmó convencida de que el cargo debía reformularse porque “estamos en tiempos distintos y hay que repensar el poder y sus relaciones”. En diciembre de 2022 formalizó su renuncia como coordinadora sociocultural de la presidencia, derivando las fundaciones a ministerios sectoriales. Así cumplió su propósito de poner fin a la figura de primera dama.
A pesar del revuelo que provocó su salida, no era la primera vez que una primera dama se sentía incómoda con el cargo. “Siútico”, “espantoso”, “de otra cultura”, fueron algunos de los adjetivos con que Luisa Durán, esposa de Ricardo Lagos, lo definió. Durante su periodo incluso retiró de la papelería oficial el título de ‘primera dama’ y lo reemplazó por ‘esposa del Presidente’. Luisa se enfocó en fortalecer la cultura y las artes con fundaciones como Orquestas Juveniles y Artesanías de Chile, además del programa Sonrisa de Mujer, que fue su proyecto más recordado.
“En algún momento era imposible pensar que la primera dama propusiera una política pública o coordinara una iniciativa. Antes tenían sólo un rol protocolar o de acompañante, pero eso fue cambiando desde que retornó la democracia”, sostiene Carolina Guerrero, doctora en Ciencia Política de la Universidad de Hamburgo.
Así varias de ellas asumieron su rol con orgullo, incluso dejando su legado. Marta Larraechea recuerda su paso por La Moneda como “un posgrado”, donde impulsó el Museo Interactivo Mirador, su proyecto más emblemático. Antes, Leonor Oyarzún se había enfocado en la primera infancia con la Fundación Integra y la Fundación de las Familias. Años mas tarde Cecilia Morel dejó su sello con Elige Vivir Sano, iniciativa orientada a promover hábitos y entornos saludables.
Con la salida de Irina Karamanos, el cargo quedó en suspenso. Y aunque su eliminación parecía definitiva, algunos candidatos planean retomarlo. ¿Volverá la figura de la primera dama? ¿Qué perfil tendrá?
María Pía Adriasola

José Antonio Kast lleva 34 años de matrimonio con María Pía Adriasola Barroilhet (58), quien ha hecho de la familia, la fe y la música los pilares de su vida. Abogada de la Universidad Católica, comparte con su marido, además de nueve hijos, una profunda vida espiritual ligada al movimiento de Schoenstatt. Durante la primera candidatura presidencial de Kast, en 2017, fue una presencia constante en actividades de campaña, señalada incluso como la más involucrada entre las parejas de los aspirantes a La Moneda. En una entrevista explicó que no lo hacía por figurar, sino porque “el contacto personal es la única manera de subirse al carro de las elecciones”. Un rol similar al que tuvo en el segundo intento de su marido por llegar a La Moneda en 2021.
Su participación en política se consolidó cuando en 2018 fundó ‘Cuide Chile’, organización dedicada a promover “el valor de la familia, el derecho de los padres a educar a sus hijos y la defensa de la vida”. Dos años después, asistió como directora general de la fundación a la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados para exponer sobre el proyecto de ley de educación sexual. “El sexo es verdaderamente seguro cuando no se ejerce. Ahí usted previene”, dijo entonces.
Este 2025 ha vuelto a acompañar a su marido en el trabajo en terreno, pero su tono ha sido más discreto, especialmente en lo que respecta a temas de libertades individuales, que en campañas anteriores le valieron cuestionamientos. Y es que, fiel a sus convicciones, antes de esta campaña Adriasola ha sostenido posturas firmes en materias como el matrimonio igualitario –“la familia está en esa fuerza que se produce en la unión complementaria entre un hombre y una mujer”– y el aborto en tres causales –“(no es un derecho de la mujer) porque con el aborto cortas de raíz a otro ser que está en tu vientre”–. También ha cuestionado la educación sexual integral y los programas de identidad de género, a los que considera atentatorios contra la libertad de culto de niños y jóvenes.
Una de sus compañeras de colegio la recuerda como una persona generosa. “Nunca me voy a olvidar que en una clase de Biología, donde la materia era mucha y bastante complicada, ella llegó a la siguiente clase con una cartulina. La puso en el pizarrón y había hecho un resumen clarísimo de todo el contenido”.
De ganar Kast, su entorno anticipa que Adriasola retomaría un rol formal dentro de la institucionalidad del gobierno. La idea sería reinstalar el papel de la primera dama con un enfoque tradicional, orientado al trabajo social y comunitario, fortaleciendo programas vinculados a la familia, la primera infancia, las personas con discapacidad y los adultos mayores.
Ivette Avaria

“Una mujer que aborta es una víctima de la propaganda, del feminismo malentendido y de las feminazis”, fue la frase que marcó una entrevista que dio a Revista Sábado, a comienzos de este mes, Ivette Avaria (39), esposa del candidato libertario Johannes Kaiser y una de sus principales consejeras políticas. Se ha convertido en una figura reconocible dentro del círculo del Partido Nacional Libertario, donde milita activamente.
Casada hace tres años con Kaiser –a quien conoció en 2020 cuando lo entrevistó para un canal de YouTube–, tiene una hija de dos años, la primera en común, y desde septiembre recorre el país junto a su marido en la llamada Ruta 4K. “Los problemas reales se conocen estando con el Chile real, no desde una oficina o leyendo una minuta escrita por un asesor”, dijo en la misma entrevista, donde relató que ha debido dejar a su hija al cuidado de su madre para poder acompañar al candidato en campaña.
Criada en Antofagasta y egresada de Derecho de la Universidad Católica del Norte, vivió también en Arica antes de trasladarse a Santiago en 2013. Ese año se incorporó a la UDI y trabajó en el Ministerio de Agricultura durante el segundo gobierno de Sebastián Piñera.
Ha sido candidata a concejala y a consejera regional, ambas sin éxito. Se declara contraria a los enfoques de género y crítica de lo que llama la “izquierda woke”, a la que acusa de “destruir los valores cristianos de la sociedad occidental”. En la misma entrevista sostuvo que los colegios “no tienen ningún rol en la educación sexual” y que la defensa de la vida es parte esencial de la “batalla cultural” que, asegura, la izquierda comenzó.
También ha marcado distancia con la derecha tradicional: “Lamentablemente, la derecha solo se preocupa de los números y del crecimiento económico”, dijo. Católica de formación, hoy se declara ortodoxa practicante. “Los ortodoxos mantenemos las tradiciones originales, sin variaciones”, contó.
Consultada por Revista Sábado sobre la eliminación del cargo de primera dama que impulsó Irina Karamanos, Avaria cuestionó que una “pareja de turno” haya modificado una figura que considera parte del legado institucional del país. Y aunque se refirió al tema con ironía, su frase final “No es la persona, es la institución”, sintetiza una idea clara: si su marido llegara a La Moneda, la figura de la primera dama volvería.
Mariela García Gombi
La historia entre Franco Parisi y la argentina-española Mariela García Gombi comenzó en 2012, en su oficina. Ella había ido a visitar a una amiga, y él, al verla, quedó –según sus propias palabras–, “flechado por esos malditos ojos azules”. Desde entonces, Maru, como él la llama, se convirtió en su compañera y madre de sus dos hijos. En una entrevista, ella lo describió “muy caballero, de esos hombres que te abren la puerta del auto y te acomodan la silla para que te sientes”.
Cuando se conocieron Mariela trabajaba en la Escuela de Negocios IEDE. También tiene un pasado como modelo que la tuvo en Reñaca, realizando promociones con los recordados teams veraniegos del Sector 5.
Discreta, de bajo perfil, Mariela García prefiere acompañar antes que figurar. Aun así, Franco Parisi ha dicho más de una vez que ella ha estado ahí en cada una de sus campañas. Y sobre el cargo de primera dama, que lo retomarían a su manera: evitando exponerla mucho, y apoyando a fundaciones evangélicas que trabajan con personas afectadas por la prostitución, las drogas y el alcoholismo. Otro de sus objetivos sería revivir “Sonrisa de Mujer”.
Eugenia Fernández

“Yo lo apoyo en todo lo que hace; mientras él sea feliz, yo no tengo ningún problema”, comentó recientemente en una entrevista a Revista Ya, Eugenia Fernández, periodista de profesión y esposa del candidato presidencial independiente Harold Mayne-Nicholls.
En diciembre cumplirán 38 años de matrimonio, tienen cinco hijos y se les ha visto especialmente unidos durante esta campaña presidencial. Fueron compañeros en los años de periodismo en la Universidad Católica y, según confiesa ella, siguen siendo mejores amigos hasta hoy. Basta mirar su cuenta de Instagram para notar la cercanía entre ambos: aparecen en la playa, en el estadio, de viaje, e incluso junto al “King” en el estreno de “Eterno, la película por los 100 años de Colo Colo”.
Eugenia es excampeona de tenis en su juventud y actualmente practica ese deporte cinco veces por semana. Una de sus amigas cercana la define como “hincha de su marido”. Dice que se conocen de toda la vida, y que es un agrado verlos juntos. También que es fan de cada uno de sus hijos. Cuando han hablado sobre la posibilidad de ser primera dama, dice que vive el presente. Pero sus amigas creen que pondrá su impronta. “Trataría que los niños de Chile tuvieran un buen vivir, el deporte sería una manera de hacerlo”, se imagina una de ellas.
Y Harold lo refuerza: “La figura de la primera dama se tiene que restaurar. Es una figura muy querida en la sociedad chilena. Me cuesta encontrar explicación de que la hayan sacado como lo hicieron. Así que yo creo que eso habría que hacerlo y generar todas las herramientas para que puedan desarrollarse de buena forma”. Además, en el caso que fuese Eugenia dice que “ella va a ser un tremendo aporte para el país”.
Karen Doggenweiler

Marco Enríquez-Ominami ha sido candidato presidencial en Chile cinco veces: 2009, 2013, 2017, 2021 y 2025. En las tres primeras, Karen Doggenweiler (56) pidió la suspensión de su contrato en Televisión Nacional de Chile (TVN) para dedicarse por completo a la campaña de su marido. En 2021, sin embargo, optó por mantenerse en pantalla. En el programa ‘Los 5 Mandamientos’, de Canal 13, explicó que la decisión respondió a un compromiso profesional con ‘Zona de Encuentro’, el espacio cultural que conducía junto a Mauricio Pinilla.
También reconoció que su apoyo a Marco se mantiene intacto, aunque desde otro lugar: “Creo que hacer campaña es para los candidatos. Mi voto es para él, estoy convencida de que es el mejor, pero siento que mi rol hoy es acompañar desde la familia y desde el trabajo”.
Este año la tónica ha sido la misma. La conductora, que actualmente es rostro de Mega, no ha sido parte de la campaña de su marido. Y respecto de la posibilidad de retomar el rol de primera dama si Enríquez-Ominami llegara a La Moneda, en su entorno prefieren no referirse al tema.
Jara, Matthei y Artés
El único candidato que no está casado, Eduardo Artés –separado y con dos hijas–, y las dos candidatas mujeres, Jeannette Jara y Evelyn Matthei, optan por no retomar el cargo de primera dama. Jara considera que el tema está resuelto, pues las funciones que antes recaían en esa figura ya fueron traspasadas a distintos ministerios. Ha dicho también que su “pinche” no tendrá un rol público en un eventual gobierno suyo. Matthei, en tanto, ha señalado que no involucrará a su familia –incluido su marido, Jorge Desormeaux, con quien mantiene una relación de 46 años y tiene tres hijos– en tareas de La Moneda, y que prefiere mantenerlos fuera del foco político. Artés es el más radical: rechaza la idea de reinstaurar el cargo y sostiene que las responsabilidades del Estado deben ejercerse por mérito y no por vínculo familiar.
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