Roberto Méndez: “Existe la posibilidad de que la derecha se farree la presidencial en su mejor momento político”
Aunque asegura que los vientos electorales favorecen a la derecha, y en específico a Evelyn Matthei, el experto electoral advierte que la división y la disputa por las hegemonías podrían confabular contra su aterrizaje por tercera vez en La Moneda. Y augura que desde julio a noviembre la disputa real será entre Kast y Matthei, y no precisamente entre ellos y el oficialismo.

Ha sido un testigo histórico de las alzas y bajas en los sondeos plebiscitarios -partiendo por el del Sí y del No del 88- y también de las contiendas presidenciales.
Desde Estados Unidos, Roberto Méndez -académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Católica, quien por más de 40 años dirigió Adimark- afirma que entre la población de ese país “hay miedo a una posible represalia; se tienen muy presentes los sucesos ocurridos con las Torres Gemelas”, a propósito del bombardeo que Donald Trump ordenó realizar el domingo pasado a tres instalaciones nucleares en Irán.
Desde ahí desmenuza el cuadro político que se abre para la derecha en la recta final para la primera vuelta, al tener al frente a un rival con nombre y apellido, tras el cierre de las primarias.
¿Qué se juega la derecha?
Es una cuestión muy incierta todavía, cuando faltan cinco meses prácticamente para la elección. Hay un momento de gran incertidumbre en la derecha, como pocas veces lo habíamos visto en las ocho elecciones presidenciales que hemos tenido desde la vuelta a la democracia. No recuerdo a una opinión pública tan marcadamente volcada a apoyar a la oposición como se ve ahora. Eso no se produjo ni siquiera en las campañas de Sebastián Piñera cuando ganó. Sin embargo, a pesar de ese apoyo mayoritario, existe la posibilidad de que la derecha se farree la presidencial en su mejor momento político.
¿Qué tendría que pasar?
Hay dos elementos que influyen. Por una parte, este escenario tan particular, que hace muy probable que un candidato de ese sector sea electo y, por otro, la existencia de dos candidaturas que aparecen competitivas en el mismo sector. Eso despierta las diferencias, las historias de la derecha y su capacidad de atacarse y dañarse.
Ahí está el nudo.
El principal nudo que tiene la derecha es la división. Porque si uno se pusiera en el caso hipotético de que hubiera un solo candidato, ganaría en primera vuelta. Pero eso es fantasía, no se produjo. Entonces, están envueltos en un enfrentamiento que va a ser mayor después de las primarias de hoy del oficialismo.
¿Ve posible que reconcilien posiciones o los proyectos son tan opuestos que es imposible que se junten estas dos derechas?
Desde el punto de vista de la población sería perfectamente posible que las derechas se unieran, porque uno ve las posiciones de la gente que hoy está apoyando a Matthei y a Kast y no son tan diferentes. Pero desde el punto de vista de las dirigencias eso se ve imposible. Están más divididas las dirigencias políticas que la población que los apoya. Esa es la realidad.
La disputa también es por la hegemonía.
Claro. Como hay una probabilidad muy alta de acceder al poder, entonces esa lucha por la hegemonía en la derecha es muy dura.
¿Y a quién beneficia un triunfo de Tohá? ¿A Matthei o a Kast?
Es que el resultado de la primaria del oficialismo no va a cambiar tanto el escenario de cómo se va a dar la competencia Kast-Matthei. Porque si gana Jeannette Jara o Carolina Tohá, igual las probabilidades de triunfo se mantienen para la derecha.
En definitiva, quien sea el candidato del oficialismo no les resuelve el conflicto.
Es que Matthei y Kast van a seguir en una primaria permanente hasta la primera vuelta. Y, en definitiva, lo que van a tener que responder es en qué se diferencian. Esa es la respuesta que tienen que dar.
¿No se están diferenciando?
Hoy no está tan claro, porque Kast ha ido abandonando las posiciones más extremas y las similitudes con un Javier Milei, un Nayib Bukele e incluso un Donald Trump. Está más bien acercándose a una posición más moderada.
¿Es tan así o la irrupción de Johannes Kaiser corrió los límites de la derecha?
Sin duda que el gran favor que le hizo Kaiser a Kast es que movió la cerca y lo dejó en la posición de una derecha más moderada, que es la mayoritaria. Y tuvo, además, la virtud de que demostró que las posiciones de derecha extrema no tienen un peso importante en Chile.
Si gana Jara, ¿puede ser un triunfo más holgado para Matthei o para Kast, teniendo en cuenta el factor anticomunista?
Es que el resultado más importante de la primaria es cuánta gente va a votar. Eso es más relevante que si gana Tohá o Jara. Porque si vota poca gente eso va a confirmar la mayoría de la derecha para la elección presidencial y va a mantener esta idea de dos candidaturas posibles de derecha enfrentadas, donde incluso pueden llegar las dos a la segunda vuelta. Lo que sí haría una diferencia es que la primaria fuera muy masiva. Estoy hablando de unos tres millones o algo así, lo que nunca ha pasado en Chile. Pero supongamos que se pudiera, eso sí que podría cambiar el escenario. Si fuera a votar un poco más de un millón, la disputa se va a centrar en Kast y Matthei.
Comparte, entonces, la tesis de Pepe Auth de que existe la posibilidad de que haya una primera vuelta entre Kast y Matthei.
De todas maneras. No digo que sea altamente probable, pero es muy posible. Es una posibilidad que existe, sí.
¿No es un escenario muy difícil en un país como Chile, donde históricamente ha existido una centroizquierda fuerte?
Es que nunca en décadas la opinión pública había estado tan volcada a apoyar a la derecha, justamente por la historia que hemos tenido reciente, por cómo se han desarrollado los acontecimientos, incluso el estallido y el proyecto constitucional de la Convención. Todo eso ha llevado a una cosa: estamos pasando por un momento conservador. Esa agenda, que significa orden, seguridad, crecimiento económico, es la que está dominando.
Con su expertise electoral, ¿quién tiene más opciones: Matthei o Kast?
En este esquema de dos candidaturas competitivas, los datos indican que Matthei tiene la primera opción para llegar a La Moneda. Si las cifras uno las lee bien, claramente muestran que Matthei sigue en el primer lugar de las preferencias. Es cierto que Kast se ha acercado, que ha acortado distancia y que ha sido exitoso en ese sentido, pero Matthei sigue teniendo la primera opción. Uno de los errores es que se están leyendo mal las encuestas.
¿Por qué?
Porque se están centrando en las encuestas de respuesta espontánea, donde la pregunta es: “Si las elecciones fueran este domingo, ¿quién le gustaría que fuera Presidente?“. Esa pregunta puede ser muy sesgada cuando el clima de opinión está polarizado, porque en este escenario las opciones más extremas tienden a ser sobrerrepresentadas. Entonces, tanto Jara como Kast, en esas encuestas espontáneas, están sobrerrepresentados. Porque cuando uno mira las encuestas con listas, aunque están cerca, Matthei supera en la mayoría a Kast. Hay, sin duda, un problema del tipo de indicadores, que ha creado este clima de triunfalismo, pero con conclusiones precipitadas.
¿Las encuestas semanales están marcadas básicamente por la contingencia?
No, son espontáneas. Pero hay que fijarse en un dato. En la Cadem semanal, por ejemplo, el 35% no responde, dice que no sabe. ¿Y esa gente quién es? No sabe, porque, claro, no está involucrada. Pero esa gente va a ir a votar después, porque la votación es obligatoria. Entonces, por eso digo que algunas opciones aparecen sobrerrepresentadas. Deberíamos movernos a encuestas de listas, sobre todo ahora después de la primaria.
¿Qué errores ha cometido Matthei que han permitido el ascenso de Kast?
Si bien Matthei representa una candidatura fuerte, diversa, con equipos de gran nivel, su error ha estado en las dificultades para organizar su campaña en términos estructurales y también en términos programáticos. Sus ideas fuerza y sus propuestas hasta ahora no se han desarrollado. Y, desde un punto de vista estructural, bueno, ha sido claro que ideas como tener 11 voceros y cosas así han mostrado un cierto desorden, una falta de organización. Lo anterior, además de errores puntuales, a nivel de declaraciones, que son conocidos.
Algunos atribuyen esto último a su carácter.
Por eso es que probablemente una de las grandes necesidades es un jefe de campaña realmente empoderado, que sea capaz de enfrentarse al candidato o a la candidata. Eso pasaba aun con Piñera; necesitaba una persona de carácter muy fuerte, alguien al frente que fuera capaz de decirle que cometió un error u oponerse cuando algo le parecía equivocado. Ese problema estructural es para mí la falencia mayor de la campaña de Matthei.
¿Diego Paulsen no está cumpliendo ese rol?
Él está siendo un vocero muy correcto, pero no lo veo como una contraparte empoderada.
¿Y cómo evalúa a Kast?
La debilidad de Kast es su conservadurismo y su aislamiento. Tiene una campaña muy ordenada, pero de muy poca diversidad. No se conocen los equipos económicos. Entonces, su debilidad ha sido quizás no formar una estructura más diversa, más amplia. Él ha hecho gestos, hacia una estrategia de más diálogo, de aceptar más las diferencias y las diversidades, pero eso no se ha visto en su equipo.
También desde Chile Vamos le cuestionan su capacidad para dar gobernabilidad.
El gran error que cometieron los republicanos fue haber desaprovechado la segunda Convención y haber perdido la oportunidad de haber solucionado el problema constitucional de Chile, que quedó pendiente, que quedó dando botes y que se chuteó para el futuro. Pero todos sabemos que hay una necesidad de reformas políticas muy importantes, que son finalmente una de las temáticas centrales de las constituciones. Fue un gran error de Kast, que le sigue generando costos.
Ascanio Cavallo dijo que Kast es como el futbolista que llega al área, pero no mete el gol.
Está pendiente el gol.
¿Y cómo ve el rumbo de la campaña hacia adelante en las derechas, teniendo en cuenta que Kast ha sido estratégico en no involucrarse en los temas más sensibles, en los valóricos, que sin duda van a salir al pizarrón?
Es inevitable un enfrentamiento entre Matthei y Kast por este y otros temas. No es posible imaginar que la campaña va a ir hacia otro lado, que solo van a pelear con el abanderado del oficialismo. Como las opciones son que la derecha va a acceder al gobierno, la campaña va a ser cómo se diferencian el uno del otro, y entre julio y noviembre la disputa real va a ser entre ellos y no precisamente con el oficialismo.
El choque es inevitable.
Inevitable. No se van a enfrentar en el tema de seguridad, porque ahí están empatados. Los dos son severos y van a enfrentar ese tema con mucha fuerza. Entonces la competencia no va a ser por quién es más duro o quién no, sino que las diferencias -que no son tantas- sí están presentes y van a salir a la luz. Por ejemplo, en temas valóricos como el aborto. Ahí la gente percibe a Kast como contrario a cualquier forma de aborto. Matthei, en cambio, aunque no concuerda con el aborto libre, sí es partidaria de la actual legislación en tres causales. Kast es percibido, a su vez, como el representante de una derecha más conservadora. Y Matthei, como quien encabeza una derecha más liberal, más parecida a Piñera.
¿Cuánto ha pesado la ausencia de Piñera en esta presidencial?
Mucho, porque yo creo que él sería candidato o por lo menos estaría actuando en un rol ordenador de todo el proceso.
Hasta ahora no se había dado una contienda tan ruda entre la derecha tradicional y la conservadora.
No se había dado una situación igual. Cuando Joaquín Lavín estuvo a punto de ganarle a Ricardo Lagos en la primera vuelta de 1999 y en la segunda vuelta del 2000 no se produjo este enfrentamiento. Pero de ahí en adelante la situación ha sido distinta. Hoy la derecha llega claramente dividida a esta elección.
¿Esa división puede llevarlas a que se resten de un apoyo mutuo en la segunda vuelta?
Eso es muy poco probable, porque los electorados son muy parecidos y porque han dicho que el adversario es el oficialismo. Es cierto que la disputa Matthei-Kast va a ser muy dura, pero el público de las derechas es más homogéneo y va a apoyar a uno o a otro.
¿Ve a Matthei terminando la carrera larga?
Matthei sigue en el primer lugar de las preferencias y, por supuesto, la veo llegando hasta el final.
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