Productos y consejos para ahuyentar a las palomas de tu casa

A pesar de su mala reputación, estas aves son parte del ecosistema urbano y cumplen un rol en la cadena trófica. Pero si te incomoda que aniden en tu techo o cerca de tu ventana, existen formas efectivas y respetuosas para que no regresen a tu vivienda.




Son las 13.40, hora de almuerzo. El perro no para de llorar hasta que su plato es llenado con pellets. Muy emocionado, el animal demuestra su agradecimiento moviendo la cola y con entusiasmo se come su alimento. En su entusiasmo desparrama parte de la comida y también deja otro resto en el recipiente antes de irse corriendo al portón, distraído por un ruido que viene de la calle. Acto seguido, aparecen ellas. ¿Serán cinco o diez? Ya habían aterrizado en el techo, esperando la salida del perro, y apenas detectan el abandono de su plato se lanzan a picotear todo lo que pueden, llenas de ansiedad y desesperación.

Esta escena es común para casi cualquier persona que viva en una ciudad y alimente a sus mascotas en un patio. Las palomas no dan tregua, siempre cerca de cualquier sobra de comida. También las conocen quienes residen en departamentos, ya que suelen posar y anidar en canaletas, ductos o cualquier resquicio de los edificios. Y no pasan desapercibidas.

El oportunismo de las palomas

“Muchas personas sienten un desprecio natural hacia las palomas”, dice Gonzalo Chávez, Coordinador del Observatorio de Tenencia Responsable y Vínculo Humano Animal de la Universidad Santo Tomás. “Consideran que son animales sucios, que habitan en la basura y se alimentan de ella”. Por eso varios las apodan como los ratones con alas.

Pero la palomas no es la única especie oportunista en las ciudades. Como dice Chávez, los perros y gatos —callejeros y domésticos— también se aprovechan de los humanos, e incluso otros animales menos notorios, como los zorzales, los gorriones y los roedores, dependen de los recursos que usamos o dejamos.

Las palomas, que fueron aves introducidas por el hombre en Chile, son quizá más desvergonzadas y más notorias, debido a su tamaño y a que “son capaces de aprovechar una gran cantidad de recursos, tanto naturales como artificiales, para poder subsistir”.

Si bien las palomas son parte de la “fauna urbana”, son especies que no solo sobreviven de los desechos que dejan las personas en las ciudades, sino que también son parte de la dieta de otras aves que habitan la ciudad, como peucos y cernícalos”, explica Óscar Astroza, director de Medicina Veterinaria en la Universidad de las Américas.

¿Pueden transmitir infecciones?

La mala fama que se han ganado las palomas como seres infestos o peligrosos es un tanto exagerada. Astroza dice que “todo contacto de una mascota con animales silvestres o sin supervisión humana presenta un riesgo de transmisión de enfermedades, sea por parásitos, bacterias o virus”. Es decir, la paloma no es más insalubre que cualquier otra especie no domesticada.

Pero de que puede transmitirnos enfermedades, puede. “El contacto con secreciones o heces de palomas puede presentar un riesgo, de ahí la importancia de seguir un programa de vacunación y desparasitación para nuestras mascotas”.

El principal foco está en el polvillo que libera la caca de las palomas cuando está seca, que se acumula en las zonas donde ellas se posan o anidan. Si éste llega a ser inhalado por una persona, “puede ser un vehículo para adquirir algunas enfermedades, como la psitacosis —producida por la bacteria Chlamydophila psittaci, presente en los excrementos de las aves— la criptococosis —ocasionada por el hongo Cryptococcus neoformans”— o la histoplasmosis, “generada también por un hongo, cuya sintomatología de tipo respiratoria puede ser más o menos severa dependiendo de la cantidad inhalada”.

Las palomas tienen también ácaros y piojos, que pueden ser dañinos o molestos tanto para otros animales como para el ser humano. “Sin embargo”, dice Chávez, “el huésped natural y definitivo es la paloma, por lo tanto no es habitual que una especie distinta —como las personas o las mascotas— se contagie de pulgas o piojos provenientes de una paloma”.

Si bien a nadie le gustaría sufrir alguna de estas enfermedades, “la verdad es que la cantidad de casos de contagios efectivos transmitidos desde estas aves hacia perros, gatos o seres humanos no pareciera ser una cifra significativa como para tomar medidas más radicales en el control de la población de palomas”, asegura.

Cómo actuar cuando se adueñan de los lugares

OK, no son excesivamente peligrosas para nuestra salud. Pero su presencia sí puede llegar ser muy molesta e irritante. Han sido excelentes para adaptarse a la vida urbana, pero a costa de nuestros espacios y silencio. “Han hecho de nuestra infraestructura su hogar”, describe Astroza, y para disminuir su presencia en el territorio más íntimo, ya sea casa o departamento, es importante “reducir los recursos que las alienten a colonizar nuestros hogares; es decir, evitar la disponibilidad de alimento, agua y refugio”.

“Se debe clausurar su entrada o acceso a entretechos, sellando cualquier resquicio o abertura”, aconseja el académico de la UDLA. “Tampoco hay que dejar a su disposición residuos o restos de comida que les sirvan de alimento”. También recomienda el uso de repelentes químicos en ciertas áreas, como también cuidar y proteger las aves rapaces que puedan habitar en las cercanías —como los tiuques—, ya que son excelentes controladores biológicos”.

La ley de caza del Servicio Agrónomo Ganadero (SAG) las considera como una especie dañina, pero esto no quiere decir “bajo ningún punto de vista que las personas puedan por iniciativa propia intervenir sobre las poblaciones naturales de palomas”, agrega Chávez. “Su control está regulado y existen empresas certificadas ante el SAG que pueden controlar su presencia de palomas en determinados lugares, momentos y condiciones”.

A su vez, las palomas son un eslabón de la cadena trófica, y forman parte de la dieta de otras aves más grandes que habitan en las ciudades, como peucos y cernícalos. “Su control, por lo tanto, requiere de una supervisión profesional que considere y evite riesgos a especies como éstas, que sí son nativas y han incluido a las palomas en su alimentación”.

Cuando picotean los pellet de tu mascota

Ya hemos visto que la paloma es una especie muy oportunista y llena de personalidad, por lo que si un plato de comida o un montón de sobras queda a su vista, no tendrá ningún pudor en ir a picotearlo, incluso frente a tus propias narices.

“El riesgo de que se curse una infección en estos casos, por el solo hecho de que una paloma vaya a alimentarse al plato de un perro, es bastante menor”, dice Chávez. Su principal recomendación, para evitar estos escenarios, es que en los platos no quede un alimento a libre disposición durante el día y menos durante la noche, porque “igual como ocurre con la basura, estos restos son una fuente de alimento para otros seres vivos, como las palomas o los roedores, quienes también pueden transmitir enfermedades, por ejemplo a través de su orina”.

Si tu gato o perro se alimenta en un patio exterior, lo más seguro es que lo haga acompañado de un humano, para así asegurarse de que no queden sobras. Más fácil aún es darle la comida dentro de la casa.

Cómo ahuyentarlas

Cuando las palomas anidan en las tejas de las casas o en las cornisas de los edificios, además de ensuciar constantemente el techo pueden convertirse en un problema para la estructural de la vivienda, si es que son muchas y se instalan por mucho tiempo. En estos casos, aconseja Chávez, “hay que recurrir a empresas controladoras de plagas certificadas por el SAG, para que ellos tomen las medidas del caso y utilicen aversivos que sean lo suficientemente efectivos para que las palomas dejen el lugar”. Estos inspectores hacen un rol de desalojadores de las palomas a través de sus diversas herramientas.

Pero si son pocas las palomas que desfilan por tus tejados o terrazas, “existen elementos que pueden ser aversivos, al menos por un tiempo”. Uno de ellas es la utilización de elementos plásticos o cuerdas muy transparentes que se instalan en los techos, para que así las aves no se puedan posar.

“También se pueden usar unos pequeños muñecos con forma de búho o de peucos, que son los depredadores naturales de las palomas, a quienes les tienen un miedo instintivo; pueden ser un aversivo relativamente efectivo”. Sin embargo, el médico veterinario llama a no subestimar a las palomas, puesto a que son aves más inteligentes de lo que parecen y “al poco tiempo aprenden a reconocer que ese animal no es verdadero, por lo que hay que ir cambiando los recursos”.

Búho espanta plagas palomas (con sensor, sonido y movimiento)


También existen espray para ahuyentar palomas, los que contienen elementos que les resultan desagradables. “Hay palomas más y menos sensibles a estos disuasivos, por lo que la eficacia no siempre está asegurada”, comenta Chávez. “Hay algunos que producen malestar, miedo, otros que generan alergia por contacto, pero ningún elemento va a ser 100% efectivo. Siempre dependerá del nivel de tolerancia de las aves, que en algunos casos puede ser muy grande”, apunta.

Ahuyentador de aves en espray Men For San 500 ml


Las palomas siempre estarán presentes

Hay que tener una cosa clara: por muy mala reputación que tengan, las palomas se caracterizan por su alta adaptación y resiliencia. Hace cientos de años que forman parte de nuestro ecosistema, y aunque no seas aficionado a ellas, hay que vivir y dejar vivir. “Debemos aceptar que convivimos con ellas. Es bueno mantener límites o tratar de controlar las poblaciones, pero siempre van a existir en nuestras ciudades”, dice el académico de la Universidad Santo Tomás. Algunas veces habrán más, otras menos; lo que hay que recordar es que si llegan a tu hogar es porque pueden anidar o tienen acceso a alimentos. Si no las quieres cerca, esos son los suministros que hay que cortar.

Un mítico personaje de la serie animada Hey Arnold! era “El hombre paloma”, quien residía en un edificio abandonado repleto de estas aves. Él las entendía, cuidaba y alimentaba. A pesar de ser rechazado por la sociedad, al igual que sus palomas, decide refugiarse con ellas ante la crueldad humana. Eso es lo que más o menos sucede en la realidad: la resiliencia y sus alas les permiten tomar rumbo en búsqueda de nuevos refugios.

“Son especies que no van a desaparecer, porque están altamente adaptadas para convivir con el ser humano”, añade Chávez. Ya no le tienen miedo a las personas ni nos perciben como un depredador. Eso se demuestra con las distancias de vuelo al nivel de la calle, que suelen ser “muy cortitas, ya que nos toleran a pesar de que caminemos por su lado”.

“Probablemente, conviviremos con ellas durante muchos siglos más, porque forman parte de nuestro entorno urbano”, agrega. A pesar de ser tildadas de sucias, son animales que muchas veces mantienen limpias las ciudades de restos orgánicos, un mérito casi nadie les reconoce. “Por eso,tenemos que ser responsables, justos y prudentes, así com no olvidarnos, a pesar de que no nos gusten, que son animales sintientes y pensantes”.


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 23 de marzo de 2022. Los valores y su disponibilidad pueden cambiar.

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