Mike Fata considera que el cáñamo podría ser el alimento perfecto si dejaran de burlarse. El cofundador de Manitoba Harvest, viene trabajando desde hace años en hacer que el "primo serio" de la marihuana pase de ser blanco de bromas a convertirse en un producto básico en el supermercado.

El esfuerzo está dando resultado. Costco Wholesale Corp., Safeway Inc. y Whole Foods Markets Inc. ahora venden sus productos y el estigma de ser una droga está cediendo, ya que está siendo reconocido por su capacidad para aportar proteínas, más que psicoactivos.

El cáñamo no es una droga, sino que una variedad de la planta de cannabis con menos de 0,5% del compuesto alucinante tetrahydrocannabinol, o THC.

Este año, el gobierno estadounidense finalmente reconoció la distinción entre el cáñamo y la marihuana, pese a que sigue vigente una prohibición federal sobre su cultivo comercial.

Esto no ha frenado las importaciones que llegan de empresas canadienses, como Manitoba Harvest, que este año proyecta entregar 2 millones de muestras de sus corazones de cáñamo, el núcleo interior blando y con sabor a nuez de las semillas de cáñamo.

Se digiere fácilmente y acumula más proteína que la chía o el lino. También es un alimento versátil: los corazones de cáñamo pueden esparcirse sobre cereal, yogur o ensaladas o se puede procesar como polvos, harina o aceite para hacer desde pan hasta cerveza.

No obstante, el cáñamo es más caro que, por ejemplo, los garbanzos, pero aporta proteínas más completas, con un total de nueve aminoácidos que el organismo humano no puede producir.

"Lo observamos atentamente", dice Colleen Zammer de Bay State Milling Co., que trabajó en empresas de alimentos y bebidas como Kellogg Co. y PepsiCo Inc. para desarrollar y promocionar ingredientes saludables en los últimos 25 años.

"No contiene THC, es similar a la chía en cuanto a nutrición, y tiene un mejor sabor".

El resurgimiento del cáñamo tiene lugar en medio de un cambio más amplio en el clima, los cultivos y las preferencias de los consumidores.

Catorce estados estadounidenses eliminaron las barreras a su cultivo, y el proyecto de ley agrícola que sancionó el Congreso en febrero, permitirá cultivar cáñamo con fines de investigación en dichos estados.