Chilewood: el camino para ser el principal exportador de contenido de América Latina

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En la industria de la televisión la única opción para continuar con vida es reinventarse. Generar contenido de calidad para exportar parece ser la opción, y hoy esa es una de las premisas. Eso sí, el mayor desafío es adaptar los códigos de los lenguajes a formatos más globales.


Posicionar a Chile como un país donde el contenido audiovisual de calidad es de exportación. Esa es por estos días una de las consignas en los principales grupos detrás de los canales de televisión en Chile, y también de quienes ofrecen servicios a la industria.

Es que luego de hacer frente a las pérdidas históricas en sus resultados financieros en los últimos años (al cierre del primer trimestre solo Mega registró utilidades, $ 1.115 millones), las señales televisivas han ido más allá buscando la manera de viabilizar el negocio.

Eso sí, desde la industria son claros en señalar que una de las grandes desventajas que ha provocado la globalización es que operadores mundiales pueden competir directamente con actores locales. "Mientras Netflix, Sony, Fox, entre otros, se gastan aproximadamente US$ 1 millón en un capítulo de ficción, nosotros con suerte nos gastamos US$ 60 mil. Ese es precisamente el gran desbalance", explica una alta fuente del sector.

Al mismo tiempo, la revolución digital, que también es producto de la globalización, ofrece la opción de que los contenidos migren a otros territorios. Y eso es precisamente lo que han hecho algunos canales, capturar a un nuevo público desde la venta de producciones y guiones, ya que en Chile existe un techo de 17 millones de habitantes.

El negocio se basa en producir un contenido, venderlo a una OTT (por las palabras en inglés Over The Top, o de libre transmisión) y que el cliente pague una suscripción para verlo. "Aquí los productores de contenido deben hacer un esfuerzo para disminuir su dependencia del formato publicitario", asegura un conocedor de la industria.

En este contexto, dos fuentes coinciden en que finalmente lo que está en crisis no es la televisión, sino que es la publicidad, ya que ha bajado de precio y cada vez es más barato comprarla, porque hay una sobreoferta. "Cualquiera ofrece espacios publicitarios. Google ofrece millones de espacios, lo mismo Facebook, sumado al espacio publicitario audiovisual. Por tanto, mayor oferta baja el precio", dice un conocedor del sector.

Así, Mega ya tomó la iniciativa y decidió crear un holding internacional para exportar contenidos. Con esto buscan avanzar hacia el modelo de coproducción y producción a terceros. En la señal, controlada por Carlos Heller, aseguran que lo que los empujó a dar este salto fue que contaban con la experiencia de haber vendido, al extranjero, guiones de las telenovelas de gran éxito.

Mientras que en TVN han ocupado su capacidad instalada ociosa para que terceros produzcan, por ejemplo les arriendan estudios a Fox Sport y también a productoras nacionales.

En Chilevisión, la apuesta es que Machasa se transforme en un centro de operaciones del grupo Turner en la región y, a la vez, una fábrica de contenidos. "Estamos trabajando para convertirnos en el grupo de comunicaciones más relevante del país. Las metas que nos hemos puesto están basadas en la innovación, orientadas a afrontar los desafíos que la tecnología genera en el mundo de las comunicaciones", aseguraron desde la compañía.

A su vez, detallaron que seguirán profundizando la estrategia de crear ambientes de trabajo dinámicos y multiplataforma, "aprovechando los talentos, las inversiones, los puntos de contacto, la capacidad, el know how, y las ventajas competitivas que nos da el formar parte de un conglomerado importante como lo es Time Warner".

En tanto, Secuoya inició conversaciones con Netflix para que en dependencias de Canal 13 se realicen producciones internacionales. Es más, la empresa española ha sido pionera en Europa en este tipo de procesos y, por ejemplo, están próximos a inaugurar su proyecto "La ciudad de la tele". La iniciativa considera 22 mil m2 de infraestructura para crear, ejecutar y ofrecer un gran centro de producción audiovisual que ejerza de centro neurálgico del sector audiovisual por primera vez en dicho país.

Fuentes del grupo Secuoya comentan que con dicho proyecto "se va a satisfacer la demanda clara que existe en nuestro país para producciones de entretenimiento y ficción high end y que no deja de aumentar por el vigor que demuestra, por ejemplo, la ficción en España por volumen de producciones y calidad y reconocimiento fuera de nuestras fronteras".

Muy similar a Secuoya es lo que realiza Chilefilms. Llevan más de 30 años en la actividad y han prestado servicios para toda Latinoamérica, realizando eventos de tipo regional en Argentina y en Perú (Copa América).

Han sido responsables de la cobertura televisiva del Festival de Viña del Mar, Lollapalooza, Copa Libertadores de América, Copa Sudamericana, clasificatorias para mundiales y torneos nacionales. Pero, sin duda, su caballo de batalla fue Los Venegas, sitcom con más de 20 temporadas y 2.400 capítulos, en que Chilefilms fue productor y propietario exclusivo de los derechos.

En la industria reconocen que "frente a Secuoya, Chilefilms tiene muchos más años de experiencia en este tema, más conocimiento del mercado, más experiencia y personal capacitado".

Ventajas y desventajas

Con todo lo anterior, el país asoma como una potencia de generador de contenido en la región, es decir, un Hollywood chileno. La principal ventaja, reconocen en la industria, es que Chile es un país ordenado, que "tiene normas bastante claras, es fácil hacer negocios", y en el que no se encuentran con cosas inesperadas.

Pero para que esto sea duradero se deben mejorar algunos aspectos. "El gran problema hoy día es que el acento chileno limita la exportación. Tenemos que abrir nichos en otros países de la región y ver la manera en que la forma en que hablamos se entienda, porque de lo contrario tienes que hacer el producto de nuevo. México logró universalizar que el español correcto es el mexicano", reconocen en la industria.

Por lo mismo, aseguran que el mayor desafío es adaptar los códigos de los lenguajes a formatos más globales, además de tener niveles de inversión para competir por calidad. "Si tú tienes una producción de contenido con un lenguaje universal son miles y millones de personas que pueden ver las producciones", dice un conocedor.

Varias fuentes son las que coinciden en que el futuro de la industria de la televisión está en la generación de contenidos de calidad. "Es muy difícil, pero no queda otra. El negocio se tiene que mantener. Nosotros fuimos distribuidores monopólicos y productores de contenido, entonces, cuando pierdes la fuerza del monopolio, casi naturalmente te vas a la producción", asegura una fuente de la industria.

¿Hay contenido de calidad en Chile? En el sector aseguran que sí, pero no en volumen, y todo es muy boutique. Por ejemplo, lo que ocurrió con la productora Fábula y Una mujer fantástica desde la industria lo valoran, sin embargo, recalcan, "hay muy buenos síntomas de calidad, pero son esfuerzos minúsculos, porque para tener una industria debo trabajar más. Tener dos horas al año con premio es un brote verde, pero es completamente insuficiente para crear una industria".

A lo anterior se suma que en la industria creen que lo que marcará la diferencia será disponer de una parrilla programática multiplataforma, de alta calidad y valor agregado, enfocada en la masividad y la relevancia. "En esta última combinación es donde queremos fortalecernos, ya que ahí está la verdadera confluencia entre rating y calidad", reconocieron desde Turner.P

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