Industria electrónica se prepara para enfrentar la guerra comercial

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Muchas de las principales compañías trasladarán parte de la producción fuera de China hacia lugares como Europa del Este, México y el sudeste asiático.


Desde iPhones a computadoras, los centros de fabricación detrás de gran parte de los productos electrónicos del mundo se están preparando para trasladar gran parte de la producción fuera de China hacia lugares como Europa del Este, México y el sudeste asiático.

El presidente de Foxconn Technology Group, Terry Gou, quien se convirtió en multimillonario gracias a la fabricación de los aparatos de Apple Inc., echó a correr la rueda cuando abrió una planta de pantallas de US$10.000 millones en el centro de Estados Unidos, una maniobra que ahora parece premonitoria. A medida que aumentan las tensiones entre las dos economías más grandes del mundo, un grupo creciente de sus pares taiwaneses ha elaborado planes para trasladar la producción al exterior o idear contingencias para nuevas instalaciones costosas.

Las empresas más grandes de Taiwán forman un eslabón crucial en la cadena de suministro de tecnología global, ensamblando dispositivos provenientes de extensas bases de producción chinas a los que, marcas como como HP Inc. y Dell, luego pegan sus etiquetas. En la última semana, los líderes corporativos, incluidos los máximos ejecutivos de Pegatron Corp. e Inventec Corp., declararon en las llamadas para discutir las ganancias que han elaborado planes para mitigar el impacto de una guerra comercial. Si bien Donald Trump no se ha concentrado en los productos electrónicos de consumo, el temor es que se incluyan entre los próximos US$200.000 millones de bienes fabricados en China, eliminando así los ya estrechos márgenes en el proceso.

"Hemos lanzado un mecanismo para reducir nuestros riesgos actuales derivados de las disputas comerciales", dijo Liao Syh-Jang, máximo ejecutivo del fabricante de iPhone Pegatron. En el corto plazo, podría agregar capacidad en la República Checa, México y en el país. A más largo plazo, la compañía podría instalar una planta en India o en el sudeste de Asia, agregó el director financiero, Charles Lin.

Los seis fabricantes subcontratistas de electrónica más grandes de Taiwán –Compal Electronics Inc., Hon Hai Precision Industry Co. también conocido como Foxconn, Inventec, Pegatron, Quanta Computer Inc. y Wistron Corp.– obtuvieron ingresos por 9.110 millones de nuevos dólares taiwaneses (US$296.000 millones) en 2017, o aproximadamente el Producto Interno Bruto de Pakistán. Si bien los datos del gobierno muestran que las inversiones de las empresas taiwanesas en China alcanzaron su punto máximo en 2010, siguen siendo una alta presencia: 15 de los 20 principales exportadores del país asiático a EEUU en 2016 se originaron en Taiwán, según un sitio web estatal de datos de aduana. Cada uno de esos 15 eran filiales de los seis fabricantes subcontratistas.

Sus inminentes maniobras reflejan una tendencia que se aceleró en los últimos años. El aumento de los costos laborales llevó a muchos a considerar alternativas, incluida la instalación de plantas de menor escala en otros sitios para acercarse más a los mercados regionales. Ahora esas cabeceras de playa sirven como bases de expansión.

"Será importante para las empresas taiwanesas diversificar su producción, ya que las disputas comerciales entre EEUU y China no desaparecerán pronto", dijo Wu Chung-shu, presidente del Instituto de Investigación Económica Chung-Hua de Taipéi.

Otros que se preparan para dar el salto incluyen a Inventec, un importante proveedor de Apple, así como a Quanta y Compal. Los últimos dos, que fabrican computadoras portátiles para la mayoría de las principales marcas del mundo, dijeron que pueden agregar capacidad en instalaciones existentes fuera de Chinas cuando sea necesario.

El vicepresidente de Compal, Ray Chen, dijo que ensamblar computadoras portátiles fuera de China podría costar al menos un 3% más por unidad. Pero la alternativa es desagradable: su margen bruto se situó ligeramente por encima del 3% el último trimestre, una rentabilidad muy pequeña que los aranceles podrían borrar. Es un fenómeno que afecta a toda la industria: el del rival Quanta fue de alrededor del 4,5%.

"Estamos haciendo ajustes dinámicos para que, incluso si los nuevos aranceles sobre las exportaciones chinas de US$200.000 millones se aplican, podamos minimizar el daño", dijo a analistas el ejecutivo de Inventec David Ho el martes. Ho supervisa la división que fabrica AirPods y HomePods, así como altavoces inteligentes para Sonos Inc.

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