
Presupuesto 2026: economistas prevén un PIB tendencial en torno a 2% y una leve alza en el precio del cobre de mediano plazo
Expertos anticipan el trabajo que realizarán los comités que debe convocar el ministerio de Hacienda para fijar ambas variables. Esos datos son insumos clave para calcular el espacio de gasto estructural que tiene el gobierno.

La elaboración del Presupuesto 2026 está en su etapa inicial. Los ministerios están realizando un trabajo interno para definir sus prioridades. En paralelo aquello, comenzó el proceso de convocatoria de expertos para que integren el Comité de PIB tendencial y precio del cobre de largo plazo. El plazo para la inscripción está abierto hasta el 30 de junio.
Una vez cerrado ese proceso, el Ministerio de Hacienda junto a la Dirección de Presupuestos realizan la selección y se da a conocer el 14 de julio. Luego de esa etapa, el 21 de julio se constituyen los comités, se les entrega los insumos metodológicos para que puedan realizar sus cálculos, plazo que vence el 15 de agosto. Una vez entregadas sus proyecciones, Hacienda publicará el 29 de agosto el PIB tendencial y el precio del cobre de largo plazo.
A partir de esas proyecciones se determinan los parámetros estructurales que permitirán fijar el nivel de gasto público compatible con la meta de política fiscal.

El comité de expertos del PIB tendencial del 2024 que estuvo integrado por 22 economistas, fijo un PIB de 2,2% para el 2025 y de 2,1% para el promedio 2025-2029. Para este proceso presupuestario los economistas consultados por Pulso no ven razones para que ese nivel cambie, ya que no ha habido reformas que impulsen el crecimiento de largo plazo del país.
“No parece haber razones para modificar el crecimiento tendencial. Aunque hay un boom de inversión minera, el resto está a la baja. El crecimiento de la fuerza de trabajo está entre estancado y bajando y no hay razones para esperar un aumento en la productividad”, sostiene el economista de Gemines, Alejandro Fernández.
Una visión similar entrega la economista de Libertad y Desarrollo (LyD), Macarena García, quien afirma que “no se ven cambios sustanciales en el escenario de mediano plazo para la actividad, por lo que se sigue esperando un crecimiento levemente por sobre 2% para 2026, para irse reduciendo sostenidamente hasta llegar a algo por sobre 1,5%, tal como lo proyectó el Banco Central en septiembre del año pasado”. Para la experta, este escenario sería un techo, ya que la inversión sigue muy afectada y el desempleo persiste en mantenerse alto, mostrando un cambio estructural en el mercado laboral respecto de antes de la pandemia”.
Felipe Alarcón, economista de Euroamerica y Sergio Lehmann, economista jefe de BCI, prevén un PIB de largo plazo en 2%.
Otro análisis entrega el economista del OCEC-UDP, Juan Ortiz, quien dice que, para el crecimiento del PIB tendencial, si bien “hay factores que pueden considerar algún grado de ajuste al alza, como las mejores perspectivas de expansión de la inversión y reformas de carácter regulatorio, en medio de un nuevo escenario político esperado para el próximo año, no hay factores estructurales que permitan esperar un repunte asociado al bajo dinamismo de la productividad total de los factores”. Dado estos factores espera que un crecimiento de 2,1% del PIB tendencial para 2026.

Cobre con leve alza
El comité del precio del cobre de largo plazo, el 2024 estuvo integrado por 24 economistas, quienes fijaron el valor del metal de referencia en US$4,08 la libra. Para este año, los expertos plantean que hay espacio para que el precio se corrija al alza.
“En el caso del precio de referencia del cobre, ya el año pasado se realizó un importante ajuste al alza en medio del repunte sobre las perspectivas del mercado, asociado al impulso a la electrificación y la demanda de cobre, así como limitaciones estructurales de oferta de esta en el corto plazo”, sostiene Ortiz. En este sentido, si bien plantea que no espera cambios significativos “sí podría haber un ajuste leve al alza”.
Juan Carlos Guajardo, socio de Plusmining, añadió que hay elementos que hacen esperar un mayor precio del cobre. Ahí enumeró que “la transición energética global está avanzando de manera decidida. Paralelamente, la industria minera enfrenta crecientes dificultades para incrementar la oferta: caída en las leyes de mineral, retrasos en proyectos, restricciones ambientales y mayores costos, entre otros factores”. En ese sentido, dijo que “estos elementos configuran un escenario de presión sostenida sobre el precio del cobre, lo que ha sido progresivamente reconocido por el mercado”.
Para Guajardo, un dato relevante es la evolución de los supuestos de precio de largo plazo que utilizan las compañías mineras para evaluar nuevos proyectos. “Hace cinco o seis años, la mayoría de los estudios consideraban precios bajo los US$4 por libra, en cambio, los estudios recientes tienden a situarse de forma consistente sobre los US$4 e incluso en el rango de los US$4,5 por libra. Este cambio refleja una expectativa más sólida sobre un mercado estructuralmente más estrecho en el futuro”.
Lehmann ve espacio para que se suba al alza el precio del cobre de largo plazo, opinión que es refrendada por Alarcón.
Para Fernández también hay espacio para que suba el precio del cobre. “Hay espacio para que el precio de largo plazo suba algo respecto al vigente que, me parece, un tanto conservador”.
Una posición más cauta es la que tiene García: “Lo que se ha visto es mucha volatilidad en el precio del cobre de corto plazo producto de las noticias que hay de la guerra comercial iniciada con EEUU, pero ese ruido ha afectado principalmente las proyecciones de este año. Las de mediano y largo plazo no se han modificado sustancialmente”. Por tanto, puntualiza que “esperaría que no haya modificaciones sustanciales en la proyección del precio cobre como promedio de los próximos 10 años”.
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