S&P ratifica calificación de Chile y Moody’s dice que podría mejorarla si el próximo gobierno avanza rápido en la consolidación fiscal
El ministro de Hacienda, Nicolás Grau, destacó que la ratificación de la calificación crediticia "nos deja en una muy buena posición para enfrentar la tramitación presupuestaria".

La clasificadora de riesgo S&P Global Rating ratificó la calificación crediticia de Chile, en A, con perspectiva estable, mientras Moody’s terminó su revisión anual sobre el país.
El Ministerio de Hacienda dijo en un comunicado que “las decisiones de ambas agencias se sustentan en la fortaleza institucional del país, la consistencia de sus marcos fiscal y monetario, y un perfil de deuda moderado en comparación internacional”.
S&P proyecta que la deuda neta del gobierno general se estabilizará en torno a 37% del PIB entre 2025 y 2028, en un contexto de crecimiento y consolidación fiscal. La agencia prevé un crecimiento del PIB de 2,5% en 2025 y un promedio cercano a 2,2% para 2026-2028, con impulso de la inversión y las exportaciones. Asimismo, estima que la inflación convergerá a 3% en 2026, destacando el rol del Banco Central y la resiliencia del sistema financiero.
Además S&P prevé que la inversión extranjera directa será capaz de financiar plenamente los déficits de cuenta corriente, en un escenario de precios favorables del cobre y ejecución de proyectos, apoyado por el programa de acumulación de reservas del Banco Central.
La calificadora también destaca avances institucionales recientes, incluida la reforma de pensiones, la Ley de Cumplimiento Tributario y ajustes a la Ley de Responsabilidad Fiscal.
En un escenario de riesgo negativo para la clasificadora, en el que podrían rebajar la calificación en los próximos 24 meses, se concretaría “si el crecimiento económico se debilita debido a obstáculos en la implementación de políticas u otros factores adversos. Si un crecimiento más lento o decisiones políticas desfavorables crean desequilibrios persistentes entre los ingresos y los gastos, esto podría ejercer presión sobre las cuentas fiscales y dar lugar a un aumento sostenido de la deuda, lo que indicaría una disminución de la capacidad para aplicar una política fiscal eficaz”.
Por otro lado, añaden que “podríamos elevar nuestras calificaciones si las perspectivas de crecimiento económico mejoran gracias a la aplicación eficaz de las políticas. También esperaríamos que esto fuera acompañado de una gestión fiscal prudente y unos niveles de deuda estabilizados. Además, un crecimiento más sólido, combinado con un fortalecimiento del perfil externo de Chile, podría impulsar la resiliencia económica, lo que contribuiría a una calificación más alta”.
Moody’s
Por su parte, Moody’s no ha cambiado su última decisión respecto a Chile, que es de una clasificación de A2, también con perspectiva estable. Sin embargo, este viernes anunció que completó su revisión periódica sobre el país.
Esta revisión, indican en la clasificadora, no es una acción de clasificación.
Ahí, anticipa que la consolidación fiscal continuará en los próximos años, anclada en el marco fiscal, y que ello será suficiente para mantener la deuda por debajo del umbral prudente de 45% del PIB.
La agencia estima un crecimiento real en torno a 2,5% este año y el próximo, apoyado por mayor inversión y exportaciones.
Moody’s agregó que en un escenario positivo “la calificación podría subir si el próximo gobierno avanzara rápidamente en la consolidación fiscal, lo que volvería a situar la ratio de deuda pública en una trayectoria descendente, y si se reconstruyeran las importantes reservas financieras con que contaba anteriormente el Estado. Un aumento sostenido de las perspectivas de crecimiento a medio plazo de Chile, respaldado por políticas gubernamentales que aumenten la productividad y promuevan la diversificación económica, también ejercería una presión al alza sobre la calificación”.
Mientras, “se produciría una presión negativa sobre la calificación si la eficacia y la credibilidad de la política macroeconómica se desviaran de su historial de gestión prudente de la política fiscal y monetaria. Un deterioro más rápido de los indicadores de la deuda pública, causado por déficits fiscales mayores de lo esperado, o la materialización de pasivos contingentes también sería negativo para el crédito”.
Tramitación presupuestaria
El ministro de Hacienda, Nicolás Grau, valoró la decisión de las agencias clasificadoras, señalando que “la ratificación de la calificación crediticia por parte de estas dos agencias nos deja en una muy buena posición para enfrentar la tramitación presupuestaria, porque refleja la solidez fiscal de nuestro país. Lo hemos dicho antes: si alguien tiene dudas sobre la política fiscal de Chile, basta revisar lo que señalan las clasificadoras de riesgo. Así nos lo transmitieron también en las reuniones que sostuvimos con ellas durante los encuentros anuales del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional”.
Asimismo indicó que “en estos cuatro años, la deuda pública registrará el menor crecimiento desde el primer gobierno de la Presidenta Bachelet, y eso es algo que el mercado internacional valora positivamente”.
Las calificacioes de ambas agencias consolidan la posición crediticia de Chile dentro del rango “A” del grado de inversión, un nivel comparable al de países como Lituania, Letonia o Israel, según S&P, y similar al de Lituania y Polonia, según Moody’s. En ambos casos, Chile se mantiene por sobre la mayoría de las economías de la región, destacó el Ministerio de Hacienda.
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