Después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, asumiera su segundo mandato no consecutivo el pasado 20 de enero, el primer miembro de su gabinete en juramentar y obtener la confirmación del Senado fue Marco Rubio.

Desde ese entonces, se ha desempeñado como el secretario de Estado del gobierno estadounidense.

Rubio, quien es hijo de inmigrantes cubanos, se ha posicionado a lo largo de los años como una de las figuras más destacadas del Partido Republicano.

Y al asumir como secretario de Estado bajo la administración Trump, también se convirtió en el latino con el cargo más importante en la historia del país norteamericano.

Cómo piensa Marco Rubio, el secretario de Estado de la administración Trump

El político de ahora 54 años ha mantenido una línea dura a favor de Israel y en contra de países como China, Irán, Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Durante una visita a Jerusalén en febrero de 2025, declaró: “No ha habido ningún aliado más fuerte para Israel en la Casa Blanca que el presidente Trump”.

Antes de llegar a la cartera de Estado a principios de este año, se desempeñó como senador por el estado de Florida.

También fue presidente del Comité de Inteligencia en el Senado y miembro del Comité de Relaciones Exteriores.

El carisma de Rubio llevó a que en 2013 apareciera en la portada de la revista Time con el apodo de “salvador republicano”.

Apenas un año antes, el Partido Demócrata había conseguido la reelección de Barack Obama, quien triunfó en los comicios de 2008 y 2012.

Dentro del Partido Republicano, los simpatizantes de Rubio creían que él podía ser una opción competitiva para las elecciones del 2016.

El representante republicano por Florida, Mario Díaz-Balart, lo describió a mediados del año pasado como “bilingüe, extremadamente ágil y muy perspicaz”.

“Además, tiene una gran historia personal”, dijo en declaraciones rescatadas por el Wall Street Journal.

Con el apoyo de sus simpatizantes, se presentó a las primarias republicanas de 2016 junto a otros 16 candidatos ansiosos de entrar a la carrera presidencial.

Uno de ellos era Trump, quien incluso en un momento se burló de Rubio —aludiendo a su físico— llamándolo “pequeño Marco” ("Little Marco", en inglés).

Finalmente, el magnate se impuso en el proceso y avanzó a la contienda presidencial para vencer a la demócrata Hillary Clinton, y así llegar por primera vez a la Casa Blanca en 2017.

Ambos estrecharon lazos durante la primera administración Trump. De hecho, Rubio se desempeñó como asesor informal en política latinoamericana y colaboró ​​con Ivanka Trump, la hija del presidente, en la ampliación del Crédito Tributario por Hijos.

Ocho años después desde que el magnate inició ese mandato, Rubio se desempeña como miembro clave del segundo gobierno no consecutivo de Trump, luego de que este último derrotara al expresidente Joe Biden en las elecciones de 2024.

Quién es Marco Rubio y cómo pasó a convertirse en un miembro clave de la administración Trump

Rubio nació el 28 de mayo de 1971 en Miami, Florida, como hijo de inmigrantes cubanos.

Cuando tenía 8 años, su familia se mudó a Las Vegas, en donde su padre trabajó como camarero y su madre limpiando habitaciones en un hotel.

Según rescata el Journal, asistió al Tarkio College en Missouri durante un año con una beca de fútbol americano, antes de regresar a su estado natal y graduarse de la Universidad de Florida.

Obtuvo su título de Derecho en la Universidad de Miami y comenzó a ejercer profesionalmente mientras forjaba una aún temprana carrera política como comisionado municipal de West Miami.

En el 2000, a sus 28 años, obtuvo un escaño en la Cámara de Representantes de Florida. Seis años más tarde, se convirtió en el primer cubanoamericano en presidir el organismo.

Capturó la atención nacional en 2010, cuando se enfrentó al entonces gobernador Charlie Crist —también republicano— en una contienda por el Senado que Rubio finalmente ganó.

Durante esos años defendió el patriotismo estadounidense, la libertad individual y la reducción del tamaño del gobierno federal, lo que contribuyó a que obtuviera apoyo en parte de la base más conservadora del partido.

También se ha opuesto al aborto, ha defendido el derecho de los ciudadanos a portar armas y se ha opuesto a la amnistía de los inmigrantes en situación irregular. Esto último, a pesar de que en el pasado criticó los llamados de Trump a la deportación masiva.

Como hijo de inmigrantes cubanos de clase media, ha presentado un mensaje en el que sostiene que los ideales conservadores pueden ayudar a quienes luchan a salir adelante.

El artífice de las políticas fronterizas de Trump y antiguo detractor de Rubio, Stephen Miller, lo calificó —cuando ejercía como senador— como “uno de los pensadores más profundos, perspicaces y talentosos en nuestros temas políticos”.

Y aunque en el pasado criticó duramente al líder republicano, con el tiempo se fue convirtiendo en uno de sus defensores más férreos, hasta el punto en que hoy es el secretario de Estado de su segundo mandato.