Etimología y política

SEÑOR DIRECTOR:
La palabra atorrante tiene su origen en el lunfardo. Su etimología se remonta a 1860 cuando se realizó el entubamiento de Buenos Aires y en los caños dormían vagabundos bajo la firma “A. Torrant”, por eso se los llamaban atorrantes (hoy llamados “en situación de calle).
Harían bien nuestros políticos si se preocuparan de solucionar la condición de los cientos de “atorrantes” que viven en las calles de nuestras ciudades, en lugar de estigmatizarlos burdamente en tiempos electorales.
Abogo por la dignidad postergada y pisoteada de los “atorrantes”.
Etimológicamente hubiera sido más correcto decir “gobierno de ineptos”.
Carlos Bombal Otaegui
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