SEÑOR DIRECTOR:

Distintos estudios y reportajes nos han advertido sobre el estado vergonzoso en que se encuentra nuestra ciudad puerto. Ya en el 2019, BBC Mundo narraba que caminar por Valparaíso distaba de ese añorado paseo que atraía a miles de turistas a conocer uno de los lugares turísticos más atractivos de Chile. A esto se suma la crisis comercial, evidenciada por un estudio de Fundación Piensa que arrojó que casi 400 comercios han cerrado.

Por eso no es de extrañar acciones como la denuncia del abogado Juan Carlos Manríquez ante la Unesco por el ecocidio en el Barrio Puerto, debido a la situación de grave deterioro que ha gatillado una migración forzada.

Lo que sí extraña es la desidia de una autoridad tras otra, lideradas por el gobernador Mundaca, o la nula mención del Presidente Boric en su Cuenta Pública sobre esta deplorable realidad, a lo que se suma la falta de voluntad por implementar planes de desarrollo urbano. Existen innumerables iniciativas impulsadas por todos quienes trabajamos por el renacer de Valparaíso, pero que se pierden frente a la envergadura de esta crisis.

Quienes apostamos por este renacimiento, realizando inversiones para recuperar espacios patrimoniales, nos sentimos frustrados al pensar que nuestras iniciativas se pierdan frente a la profundidad del problema que requiere el esfuerzo de todos.

Dejamos pasar los 20 años de la declaratoria del Patrimonio de la Humanidad, celebrando con un Valparaíso decadente, con edificios abandonados, delincuencia, suciedad, sin comercio ni barrios residenciales. ¿Dejaremos que Valparaíso siga cumpliendo años siendo patrimonio del olvido y de vergüenza nacional? No dejemos que sea demasiado tarde.

Eduardo Dib Maluk

Director ejecutivo Destino Valparaíso