Culto

John Lennon en polera sin mangas en una azotea en Nueva York: la historia de una foto icónica

El ex Beatle, nacido un 9 de octubre de 1940, se tomó una de sus fotos más famosas en agosto de 1974. En plan promocional de su disco Walls and bridges subió a la azotea. El músico lució una polera barata, comprada en la calle, que le fue regalada por el fotógrafo Bob Gruen. Acá la historia de una imagen.

Dudó un poco cuando vio que a la polera blanca le habían recortado las mangas. Pensó que no se le iba a ver bien. Pero tras un poco de insistencia, John Lennon accedió a ponérsela. “A John le daba vergüenza llevar las mangas cortadas, pero le aseguré que estaba bien”, recordó May Pang, años después.

Es el mediodía del 29 de agosto de 1974. John Lennon subió a la azotea del tejado de su ático alquilado en East 52nd Street, Nueva York. A diferencia de la vez en que se había subido a la azotea de Apple Corps, en Londres, para tocar algunas canciones por última vez junto a los Beatles, esta vez, se disponía a posar para unas fotos.

John Lennon.

Por entonces, el ex Beatle se estaba recuperando del atracón de juegas y drogas de su “fin de semana perdido”; aquel famoso período de un año y fracción en que permaneció separado de Yoko Ono y grabó algunos discos. Precisamente, en esos días, pasaba por el estudio Record Plant para asistir al proceso de mezcla de Walls and Bridges (1974) y necesitaba algunas fotos de promoción y portada.

Ese disco representaba una suerte de renacer para Lennon. Intentaba enmendar el rumbo tras el fracaso comercial del político Some time in New York City (1972) y la larga batalla judicial por su residencia en el país. Por eso, levantó el teléfono y llamó al fotógrafo Bob Gruen, entonces de 29 años, y a quien ya conocía.

“John estaba de vuelta en Nueva York, desesperándose, limpiando su vida. Le encantaba cuando la gente lo trataba como una persona normal en lugar de un Beatle, y eso podía pasar aquí“, recuerda en nota con New York Magazine.

Gruen acordó visitar a Lennon en su departamento para tomarle las fotos. “Era un día hermoso y soleado”, detalló May Pang, compañera de Lennon en ese momento, al New York Magazine. “John fumaba sus Gauloises franceses y bebía mucho café fuerte”.

John Lennon y May Pang.

Subieron todos a la azotea. Gruen acomodó la cámara y comenzó a disparar. Pero notaba que faltaba algo. Ahí recordó una polera blanca con las palabras en negrita, New York City, estampadas en el pecho. Él mismo se la había regalado al inglés.

Era una polera que no era de marca, adquirida en la calle por US$5. “Unos tipos las vendían en la calle en Times Square; eran caseras, no se conseguían en tiendas -recordó Gruen al portal Diffuser-. No era una marca, solo unos tipos que querían hacer la camiseta, y me gustó el diseño, así que compré un montón. De vez en cuando, cuando compraba más, se las regalaba a un amigo. Así que una noche le regalé una a John cuando fui a verlo a Record Plant”.

Entonces Gruen le preguntó a Lennon ¿te acuerdas de aquella polera blanca?¿la tienes aún? “lo que me impresionó fue que sabía exactamente dónde estaba. Se la puso y le quedaba genial. No teníamos ni idea de que la foto se haría tan popular”, dijo Gruen a Diffuser.

John Lennon en la azotea de Nueva York, imagen recreada por IA.

Gruen propuso cortar las mangas para darle a John un aspecto más callejero. En suma, una apariencia más neoyorquina. Por eso le pidió ponerse la polera. “John había estado en la ciudad un tiempo”, dice el gráfico. “Se estaba convirtiendo en neoyorquino”.

A pesar de sus dudas iniciales, el músico accedió y posó con los brazos cruzados sobre el pecho. “Esa era su postura callejera”, dice Pang. Ahí tomó la foto que se volvió icónica. Algo así como la Mona Lisa para los Beatlemaníacos.

No fue la única vez en que Gruen fotografió a Lennon. También lo tomó en una visita a la estatua de la libertad, haciendo la “V” con la mano. Pero fue la foto en la azotea la que terminó volviéndose un clásico. Todo ocurrió tras la muerte de Lennon en 1980. Un evento devastador, que motivó la necesidad de organizar un evento masivo de homenaje en Central Park.

Para ese evento fue convocado el promotor Ron Delsener, quien llamó a Gruen y le pidió una foto que funcionara como una imagen central. Un símbolo. El fotógrafo no dudó y eligió la de la azotea con la polera. “John había luchado para quedarse aquí y había sido asesinado aquí -explicó al New York Magazine-. Era muy franco sobre su amor por Nueva York. Y Nueva York lo amaba”.

John Lennon en la icónica foto de Bob Gruen.

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