Educación

La consolidación de la simulación clínica en las carreras de la salud

En poco más de dos décadas, esta metodología de aprendizaje -que consiste en emular situaciones realistas con tecnologías de última generación y actores- ya está presente en la gran mayoría de las instituciones que imparten carreras del área sanitaria en el país.

“Errar es humano” fue el nombre del informe que publicó en 1999 el Instituto de Medicina de Estados Unidos, que estableció que entre el 2% y el 4% de las muertes en ese país se debían a procedimientos médicos errados, lo que generó un amplio debate. De allí en adelante, la simulación clínica fue asentándose como una de las principales respuestas ante esta realidad en la enseñanza en las carreras de la salud en las universidades estadounidenses.

La simulación clínica es una técnica de aprendizaje que permite recrear situaciones médicas reales en un entorno controlado y seguro con la utilización de maniquíes tecnológicos, dispositivos computacionales y software cada vez más especializados. Se utiliza para desarrollar las habilidades de los estudiantes, la toma de decisiones y el trabajo en equipo. Todo ello para mejorar la seguridad del paciente, sin poner en riesgo a personas reales durante el proceso de aprendizaje.

En Chile, esta técnica la introdujo la Universidad Católica en 2003 con la utilización de actores entrenados como pacientes. Así, en poco más de dos décadas, la simulación permeó al resto de las instituciones de educación superior.

“Se produjo un cambio de paradigma. Hoy hay más de 100 centros de simulación en nuestro país, asociados a universidades e institutos profesionales, y se han ido incorporando en clínicas y hospitales”, sostiene Marcia Maldonado, presidenta de la Sociedad Chilena de Simulación Clínica y Seguridad del Paciente (Sochisim), agrupación que nació en 2012. La profesional agrega que este enfoque “no sólo se basa en el uso de tecnologías cada vez más avanzadas, sino que también se practica la comunicación eficaz y empática con el paciente y su familia”.

Simulación en las carreras de la salud

Claudia Vega, directora del Centro de Simulación Clínica de la Universidad Central, explica que esta metodología “tiene un rol preponderante en la entrega de contenidos y de experiencias que nosotros entregamos a los estudiantes para su formación. Nuestro centro de simulación se ha ido complejizando con el paso de los años, y es utilizado en carreras como Enfermería, Tecnología Médica, Terapia Ocupacional, Nutrición y Dietética, Obstetricia, Kinesiología y Medicina, no sólo de Santiago, sino que también de Coquimbo”.

Duoc UC fue una de las instituciones pioneras en simulación desde que en 2004 la introdujo en sus carreras de la salud. Hoy, cuenta con centros especializados en las 10 sedes en que se dictan estas carreras, totalizando 3.220 metros cuadrados de superficie. Julia Zúñiga, especialista en simulación en la Escuela de Salud y Bienestar Duoc UC, dice que “es un sello de calidad en la formación de nuestros estudiantes. Actualmente, las carreras técnicas de nivel superior en Enfermería, en Química y Farmacia, en Odontología, en Radiología y Radioterapia y en Laboratorio y Banco de Sangre, cuentan con asignaturas que incorporan la simulación como estrategia para el cumplimiento de los resultados de aprendizaje”.

En 2022, la Universidad del Alba comenzó las operaciones de sus centros de simulación en sus sedes de Santiago y La Serena, con altos estándares tecnológicos y capacitación de los docentes en esta metodología. Marisol Arias, coordinadora del Centro de Simulación, dice que “primero comenzamos con Medicina y Enfermería, luego sumamos Tecnología Médica, Kinesiología, Nutrición y Dietética, y Fonoaudiología”. La especialista, a su vez, recalca que la simulación “tiene el potencial de adaptarse a las necesidades locales, abordando problemas de salud específicos en regiones”.

En tanto, en la Universidad San Sebastián se destaca un reciente hito obtenido por sus cuatro Centros de Simulación e Innovación en Salud, que han sido acreditados con la categoría de excelencia por la Federación Latinoamericana de Simulación Clínica y Seguridad del Paciente (FLASIC). “Este resultado, válido por seis años, marca un hito en la educación superior, posicionándonos como la primera universidad chilena en cumplir con los rigurosos estándares internacionales exigidos por FLASIC”, señala Andrés Díaz-Guio, director de la Unidad de Simulación e Innovación de la casa de estudios.

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