COBS, el justo campeón del rugby nacional

COBS
Foto: Agencia Uno.

Su triunfo 14-0 sobre Old Boys les dio su quinto título en la máxima categoría del deporte de la ovalada. Sus protagonistas analizan la campaña.



Corría el minuto 72' del partido y en la cancha COBS ya se imponía por 9-0 ante Old Boys. No era un partido cualquiera. No solo porque se trata del clásico, el duelo que todos quieren ganar, sino porque estaba en disputa el título de la máxima categoría del rugby nacional.

La final se jugó en la cancha del Old Grangonian club con su tope al máximo. Dos barras bien definidas, una frente a la otra, dieron el ambiente, ruido, incluso la tensión que una definición necesita. El try que Alfonso Escobar marcó le puso la lápida al juego y los ex alumnos del colegio Craighouse se quedaron con la victoria. El marcador indicó 14-0, inapelable, que les dio su quinto trofeo en 46 años de historia. Un premio merecido a una campaña que roza la perfección.

El duelo jugado el sábado fue la culminación de un año redondo para los azul y rojo. 14 triunfos, un empate y una derrota marcaron la etapa regular de COBS, que terminó como el mejor de dicha instancia. Fueron, de hecho, los primeros que aseguraron su cupo en semifinales, donde se deshicieron sin mayores problemas de Troncos.

"No fue una temporada perfecta, pero en parte sí por los resultados. No solo por lo que hicimos fin de semana tras otro, sino por la cantidad de gente que tuvimos y el compromiso a lo largo del año. Formamos un plantel grande y ter permite tener este tipo de partidos y, finalmente, celebrar", dice Manuel Gurruchaga.

Uno de los niveles altos que tuvo COBS en la final, fue Tomás Salas. El fullback fue el encargado de anotar tres patadas que pusieron en ventaja a su equipo. "Cuando el try no se puede, es la forma. Sabemos que estos partidos se ganan así, a veces, con patadas. Me tocó a mi esta vez, pero hay que practicar harto. Es fruto del esfuerzo de todo el equipo. A mi me toca hacer la parte final, pero es gracias al equipo que se me dan las patadas", comenta Choclo, como le dicen a Salas.

Los jugadores coinciden que el amplio plantel fue una motivación para ganarse un puesto en el quince del neozelandés Mark Cross. "La competencia interna era sumamente importante. Uno se lesionaba o se iba a la playa y perdía el puesto. Era muy duro y eso le hace bien al grupo. Tener que entrenar, sacrificarse, ahí está la clave", explica Salas.

Sobre la final, Escobar, quien sentenció el juego, dijo que fue importante irse en ventaja en el primer tiempo, cuando atacaron contra el viento. En el segundo, con el factor natural a su favor, cerraron la victoria. "Estuvo difícil, pero en la preparación estábamos muy convencidos de que íbamos a ganar. Todos los malos pensamientos ya los habíamos sacado. En el entre tiempo teníamos muy claro a lo que íbamos a salir a jugar y logramos hacer todo lo que dijimos, por eso los resultados", explicó el hijo del Pequeño Escobar.

Luego del pitazo final, los seguidores de COBS llenaron la cancha de azul y rojo celebrando en un solo grito junto a sus jugadores. La barra animó en todo el partido y tuvo una justa recompensa. El plantel, el que más ganó y el que más solidez demostró, terminó gritando lo que todos quieren en el deporte. Los ex alumnos del colegio Craighouse sumaron su quinta estrella.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.