En la fría tarde de Santiago, el estadio Monumental acogió el segundo partido amistoso entre Colo Colo y Real Valladolid, en el marco del centenario del club albo. La calendarización no fue la más idónea, considerando que mañana el Cacique visita a O’Higgins por la Liga de Primera, lo que atentó contra un contexto más grandioso para un duelo con significado para el mundo colocolino. Se jugó en la cancha de Pedreros y volvieron a imponerse los hispanos. Fue 1-0, para festejar otra vez en su expedición por Chile.

El miércoles pasado, en Viña del Mar, los pucelanos ganaron 2-0, instancia en la cual Jorge Almirón alineó a su contingente más titular. Hoy fue totalmente distinto. Los de mayor presencia en el primer equipo fueron guardados para enfrentar a los celestes, en San Fernando. Por lo mismo, llegó una inusitada oportunidad para los jóvenes colocolinos.

Entre los 22 jugadores citados para enfrentar al Valladolid, cinco pertenecen en propiedad al plantel de honor y fueron titulares esta tarde: Bruno Gutiérrez, Francisco Marchant, Alexander Oroz, Cristián Riquelme y Lucas Cepeda. Este último fue el capitán, cuya presencia se justifica al estar suspendido para el Torneo Nacional. Esta mixtura entre el cuadro de proyección y algunos “rezagados” fueron quienes llevaron el peso. Por contraparte, los hispanos mantuvieron su base.

Fue una tarde de homenajes. Antes del pitazo inicial, se hizo un reconocimiento a jugadores nacionales que vistieron amas camisetas, como Patricio Yáñez y Óscar Wirth. Pero lo más especial sucedió en medio del primer lapso. El juego se detuvo en los 35 minutos, para hacer un recuerdo del fundador de Colo Colo. Tomás Arellano, bisnieto de David Arellano, ingresó al campo, personificando a su bisabuelo, vestido con el uniforme de la época. También se hizo un minuto de silencio en su memoria.

Otro triunfo del Valladolid

Este equipo juvenil, con algunos refuerzos, plantó cara ante un cuadro profesional, que jugará en la segunda división española, pero se le fue acabando el combustible. Sin tener tanto el balón, Colo Colo se las ingenió para atacar con profundidad y tener chances de gol en la primera mitad.

En los 8′, Manley Clerveaux (quien ya debutó en el plantel profesional) sacó un remate que desvió el portero Guilherme. Luego, en los 15′, se lo perdió Alexander Oroz, en posición de 9, tras centro del haitiano, quien hizo una interesante labor cargado en la izquierda. Para el complemento, lo cambiaron de banda y no fue lo mismo. Los blanquivioletas estaban imprecisos, sin chispa. No le creaban peligro al arco de Eduardo Villanueva.

Sin embargo, el tablero se modificó para la segunda mitad: Colo Colo fue perdiendo energía y se desordenó, mientras que los visitantes mostraron otra actitud. Aquello se reflejó con la apertura de la cuenta en los 50′, con el cabezazo de Juanmi Latasa. El ariete le ganó la espalda a Rojas y convirtió con un impecable testazo.

Los movimientos que hizo Almirón, con los mismos jugadores, desordenaron al Cacique. De a poco, el anfitrión fue retomando un poco los colores, pero por intentos individuales más que otra cosa. Mientras Clerveaux volvió a la izquierda, Lucas Cepeda generó una acción de riesgo en los 73′, con un remate elevado. Pese al gol en contra, el meta Villanueva tuvo una correcta presentación, ganando más rodaje.

Colo Colo terminó con 10 jugadores, por la expulsión de Víctor Campos, por doble amonestación.

Los festejos del centenario no han traído demasiadas alegrías en el cuadro popular, en un año altamente convulsionado. Los dos encuentros ante el Valladolid finalizaron en derrotas y sin goles convertidos.