Gary Kagelmacher: “Podemos hacerle mucho daño a la U con los jugadores que tenemos”

El uruguayo de 34 años llegó en julio y rápidamente se adueñó de un puesto en la defensa de la UC. Rechazó una oferta de ColoColo para fichar en los cruzados. Hoy enfrenta su primer clásico, ante la U, en el Estadio Nacional. Un desafío para el que llega pleno de confianza.



Gary Kagelmacher (34) está listo para jugar su primer clásico con Universidad Católica. El uruguayo llegó en julio al tetracampeón, tras desvincularse del León de México, donde coincidió con Ariel Holan. Dentro de su destacada trayectoria sobresalen sus etapas en el Real Madrid y el Mónaco, que lo cambiaron como futbolista, confiesa a El Deportivo.

Le tocó decirle adiós a San Carlos desde la tribuna...

Lamentablemente, sí. Me hubiese gustado jugar, por todo lo que representaba ese último partido, con la gente, el estadio lleno y las emociones. Quería formar parte, pero no se pudo por una amigdalitis. Me dejó un poco triste.

¿Pudo tomarle el peso a lo que significa para la UC cerrar el estadio?

Sí, pero fue un poco difícil para mí, porque cuando un equipo tiene su propio estadio hay un sentido de pertenencia importante. Me costó asumir que se iba a cerrar y que tendría pocos partidos para jugar ahí. Es una sensación rara, porque me hubiese gustado jugar mucho tiempo en San Carlos, hacernos fuertes y sumar la mayor cantidad de puntos con nuestra gente. Va a ser un poco raro ir a otro estadio.

Quizás no era un buen momento para cerrar San Carlos, por la incómoda posición de la UC…

Sí, y creo que tener tu propio estadio, la localía, es muy importante. Va a ser para todos nuevo, para los jugadores, los hinchas y el cuerpo técnico ir a otro estadio desconocido. Principalmente yo, porque en el que parece que vamos jugar nunca he jugado. Habrá que acostumbrarse.

¿Están creciendo respecto a la idea de Holan?

Creo que sí. No es fácil para Ariel, porque hemos llegado jugadores de realidades diferentes y se han ido jugadores importantes. Ha sufrido muchos cambios el equipo y lleva tiempo adaptarse a los nuevos compañeros, a la idea. Creo y espero que de a poco vayamos mejorando. El hecho de no perder, de ganar, sumar puntos, de mantener el arco en cero dos veces en Copa Chile, es muy importante. Son cosas que el hincha no ve, pero que vamos analizando, nos sentimos más cómodos. Nos alegra y nos pone contentos.

Están a ocho puntos del descenso, así que no pueden descuidarse, ¿cuánto complica pensar en eso?

Sabemos que es una situación complicada, por eso el partido más importante es el del fin de semana. No podemos pensar más allá de eso. Ir construyendo una base para poder sumar y sumar puntos. Es lo que tenemos que tener en la cabeza. No mirar tanto la tabla, ni para abajo ni para arriba, sino pensar en crecer como equipo.

¿Por qué eligió a la UC? ¿Lo llamó Colo Colo?

Sí, tuve varios interesados. Es primera vez que me toca ser jugador libre y eso te da más posibilidades, llama más la atención. Conocía a Ariel, venía hablando hace bastante tiempo de esta posibilidad, pero tenía que liberarse un cupo de extranjero. Lo sabía, siempre fueron claros conmigo. Le di la prioridad a Católica, porque desde el principio estuvo ahí. Fue como un sentido de pertenencia que tuve con la UC, porque fue el primer club que se interesó. Al estar libre cinco semanas surgieron posibilidades en Perú, Argentina y para volver a Europa. Estuvo también Colo Colo; hubo interés, es así. Llamaron a mi representante, pero le dije que mi prioridad era Católica, que pusiera lo otro en segundo plano, porque quería venir acá.

¿Cuánto pesó conocer a Holan?

Bastante, porque ya conozco su idea de trabajo. Él me llevo a México, pero no tuvimos un buen semestre a nivel grupal. Él se termina yendo y yo también. Quedamos con una sensación extraña, porque no pudimos demostrar lo que queríamos. Quedó como algo al debe. Esto fue una segunda oportunidad para ver si se podía mejorar lo que habíamos hecho en el León.

¿Qué conocía de la UC?

Sabía que era un equipo grande de Chile, que siempre estaba peleando los campeonatos, siempre presente a nivel internacional, que había ganado muchísimo en los últimos años. Estaba sorprendido de que un equipo hubiese salido cuatro veces campeón de forma consecutiva, estando otros dos grades en el país, y que no pudieran ganarle. Por eso me generó muchísima ilusión venir. Aunque este año no estaban pasando un buen momento, es normal. Les pasa a todos los equipos luego de muchos años consecutivos a gran nivel, ganando cosas.

¿Cuesta reinventarse en el éxito?

Así es. Les pasa a todos, a los mejores equipos del mundo. Hoy se piensa que es fácil salir campeón y es algo muy difícil. Conozco jugadores que han jugado 15 años fútbol profesional y nunca han sido campeones. Es algo que lleva mucho sacrificio. Y ganar tres o cuatro años seguidos es algo muy meritorio.

Se adaptó rápido a la UC, donde en poco tiempo ha conformado una buena dupla con Branco Ampuero, ¿cuál fue la clave?

Conocer al entrenador es muy importante y el grupo de jugadores, humanamente, es muy bueno. En mi carrera he tenido muchos cambios de países, de culturas, idiomas, de maneras de jugar, entonces mi adaptación es bastante rápida. Intento siempre estar calmo en la cancha, bajar un cambio y estar siempre lo más centrado posible para estar tranquilo cuando juego. Tuve la suerte de sentirme bien enseguida, aunque hacía más de cuatro meses que no jugaba 90 minutos. Me entrené muchísimo, solo, muy fuerte, para no desentonar cuando me tocara y estar físicamente apto, pero los días después de los primeros partidos los sufrí bastante. Me costó recuperarme, me dolían partes del cuerpo que normalmente no me duelen, pero me puse contento al dar esa imagen.

Los hinchas lo comparan con Valber Huerta por su marca y buena salida, ¿ese es su sello?

Creo que sí. También es algo que pide Ariel, el juego por abajo. Me adapto a lo que pida el entrenador, pero si tengo espacio me gusta tomar la iniciativa, ir para adelante, buscar opciones de ataque, pero lo primero que tenemos que hacer los defensas es marcar y dar seguridad. Eso es lo fundamental.

¿Cómo vivió su primer gol con la UC?

Con doble sensación. Lo bueno es haber hecho mi primer gol; haberle dado, por lo menos, un punto al equipo, y más al final del partido. Y lo malo, que en ese partido no jugamos como queríamos, no nos salieron bien las cosas ni hasta con un jugador más. Iba a ser muy frustrante irnos con nada para la casa. Si hubiésemos perdido habría sido un hecho bastante feo. Por lo menos se rescató un punto y no perdimos. Cuando no se pierde la sensación es diferente y hace varios partidos que no perdemos. Eso es importante para la moral del equipo.

¿Sintió ambiente de clásico en la semana?

Sí. He jugado varios clásicos en varios países y cada jugador los vive diferente. Hay algunos que están un poco más ansiosos, otros más tranquilos; a algunos les gusta hablar todo el dia del partido, a otros no tanto. Además, sabemos que en copa también es con ellos, así que se viene un desafío muy lindo para nosotros, ahora que tenemos tres partidos contra el mismo equipo, y que podemos conocer como juega. Estamos contentos de que nos hayan tocado ellos, porque para nosotros es un lindo desafío mostrar que se puede, que podemos avanzar en la copa, pero hay que empezar por este sábado, porque será un partido durísimo, sin hincha visitantes. Hay que hacerse fuertes para estar preparados para todo.

La U tiene dos juveniles muy peligrosos que son Osorio y Assadi, ¿los estudió?

Sí, ya vamos conociendo fortalezas y debilidades del rival. Lo hemos visto en la semana, ir entrenando cosas, dónde podemos lastimar y dónde ellos nos pueden lastimar. Los clásicos son diferentes a un partido normal; puede salir todo lo opuesto a lo que uno planifica. Hay que tener siempre cuidado con las individualidades, pero nosotros también tenemos jugadores importantes que tienen un buen pie. Creo que tenemos que mirarlos a ellos, pero también mirar lo que nosotros tenemos. Podemos hacerle mucho daño a la U con los jugadores que tenemos.

¿Ya tiene amigos en el camarín?

Sí, varios. Con Luli, justo antes de venir acá, tuve una conversación telefónica por un amigo en común, así que con él tengo una muy buena relación. Además, me siento al lado suyo en el vestuario. Con el Chapita también hay una buena relación, me llevo bastante bien; igual que con Matías, Germán, Peranic. Con todos, en realidad. Es un gran grupo.

¿Cómo llegó al Real Madrid?

Fue un cambio muy brusco, porque nosotros venimos de un país muy chico, donde la infraestructura es muy pobre. Ese año me llevan gracias al Mundial Sub 20 que hago en Canadá 2007. Yo estaba en Danubio, haciendo mis primeros pasos, tenía 18 años. Antes era más difícil tener minutos; hoy, al juvenil se le dan más chances. Fue un salto brusco. No me lo esperaba. Fue a pocos días del cierre del mercado. Aprendí muchísimo. Entrenar con gente muy capacitada me preparó para después. Me quería parecer a ellos. Aprendí lo extradeportivo, el cuidado. Ver jugadores que, con cierta edad, habiendo ganado todo y siendo multimillonarios, seguían entrenando bien, se cuidaban, se les veía en forma. Esas cosas fui aprendiendo, esa mentalidad de querer ganarlo todo habiéndolo ganado todo. Fue un paso muy importante. Por suerte, fueron tres años, lo cual me dio tiempo para adaptarme, para jugar, para conocer gente, para ir a ver al equipo al estadio. No fue un período corto. Me di el gusto de hacer casi todo.

¿Qué recuerda de su debut?

Fui titular. El Barcelona había salido campeón y el Madrid ya era segundo sí o sí. No importaba el último resultado. Varios jugadores no pudieron asistir por problemas musculares. Me tocó ser titular y la verdad es que fue estresante, porque uno es tan joven que es como un sueño. Es algo que ves por la tele y después tienes a esos jugadores al lado tuyo. Es difícil para un jugador de un país tan chico, que lo ve inalcanzable, poder jugar en el Madrid. Hay una carpeta en el Bernabéu con todos los que pasaron de cada país. Y seremos siete u ocho uruguayos como máximo, así que soy un privilegiado. Lo disfruté muchísimo.

¿Qué recuerda de esa época?

Tengo muy buenos momentos. Me adapté muy bien, porque es una cultura bastante parecida a la nuestra, el idioma, me la hicieron muy fácil. Hasta me cambiaron la forma de jugar, del típico uruguayo. Yo llegué con un juego muy brusco, muy aguerrido. Me ayudaron a cambiarlo. Recuerdo que me agarró un técnico, me explicó, me enseñaron a salir jugando, a marcar sin hacer foul. Todo eso me ayudó muchísimo para la carrera. El tema de las tarjetas, evitar faltas que no valen la pena. Esa fue la lección número uno que me dejó el Madrid.

¿Le falto más presencia a nivel adulto en la selección?

Sí. A nivel juvenil hice todo el proceso, dos sudamericanos y dos mundiales con una generación muy buena. Todo lo que me dio el fútbol capaz que me lo quitó la selección. Lamentablemente, siempre esperé un llamado y no lo tuve, por diferentes razones. Tuvimos siempre el mismo entrenador, que fue el Maestro Tabárez, durante 14 años. Fue justo el tiempo de mi carrera. Él confiaba en sus jugadores. Tenía su grupo armado. En un momento mío muy bueno, en el Mónaco y cuando debuté en el Real Madrid, esperé algún llamado, pero no llegó. Eso fue algo que me quedó al debe.

¿Cómo lo hace Uruguay para estar siempre en la pelea siendo un país pequeño? ¿Cuál es la receta?

Es una pregunta compleja. Creo que le decía al Chapa: acá en Santiago son ocho millones de habitantes y nosotros en todo el país somos la mitad de Santiago. Y digo: cómo siempre nos la rebuscamos para estar en los Mundiales, para ser competitivos, para sacar jugadores de nivel mundial y que se mantengan en Europa. Es como un sentido de supervivencia que tenemos, de no darnos por vencidos. Es nuestra mentalidad. Sabemos que somos el país más chico de Sudamérica y uno de los más chicos del mundo, y como que a veces nos sentimos un poco menos que el resto. Antes, nuestro fútbol era muy atípico, de garra, de dos líneas de cuatro, y a todo eso que tenemos se le agregó bastante de dinámica, de futbol, de jóvenes, de jugadores de elite como Suárez, Cavani, Giménez, Godín, Valverde, Bentancur. Son jugadores que le dieron otra cara al Uruguay de antes. Para nosotros fue fundamental hacer ese cambio del Uruguay de antes al del hoy, que tiene otro fútbol, otra dinámica.

¿Cómo ve a Uruguay en Qatar?

Lo veo bien. Hay un buen grupo de jugadores. El técnico le dio su toque, a pesar de estar recién llegado. Le dio una idea. El jugador está entusiasmado. Estábamos ahí, con un pie afuera y terminamos clasificando terceros. Vamos con una motivación importante. Estamos con harta expectativa.

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