Holanda y Suecia protagonizaron en el estadio de Decines-Charpieu, en Lyon, el partido más estrecho de la Copa del Mundo, no sólo por el marcador y su definición en los dos períodos de tiempo extra, sino que a partir del juego, donde hubo un equilibrio casi absoluto entre las ocasiones de uno y otro equipo, pero que terminó definiéndose a los 99 minutos, con un gran acción individual de la volante Jackie Groenen, jugadora del FC Francfort, quien batió a Hedvig Lindahl con un tiro rasante y cruzado. Fue curiosamente, su primer tiro al arco en Francia 2019.

Corto camino

Con ese solitario tanto, las neerlandesas alcanzaron por primera vez una final, en su segunda participación mundialista; en la anterior, Canadá 2015, pasaron la fase grupal y fueron decimoterceras. El proceso de crecimiento de la Oranje ha sido explosivo, pues a su buen debut en copas del mundo habían sumado la corona europea de 2017 con rendimiento perfecto, cuando derrotaron a las mismas noruegas, belgas, suecas, inglesas y danesas (en este caso, la fase de grupos y en la final).

Ahora, por el título más importante, se enfrentarán este domingo con las estadounidenses; ambas han ganado sus seis partidos. Así, al parecer, se aproxima otro duelo cerrado.