La estrella 14 de la UC, un título sin fiesta

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El torneo se dio por finalizado y los cruzados renuevan su cetro de campeón. Suman el segundo bicampeonato de su historia en medio de la crisis social que vive el país. Nada opaca, eso sí, que fueron el mejor equipo del año.



La Universidad Católica es oficialmente el campeón del fútbol chileno este 2019. Luego de que la ANFP y los clubes decidieran dar por terminada la competencia, los universitarios consiguen el segundo bicampeonato de su historia, el primero obtenido en torneos largos de manera sucesiva.

El elenco de Gustavo Quinteros celebra un título gris, a raíz de la imposibilidad de jugar por la crisis social y política que vive Chile. Con el fútbol amedrentado por las barras bravas, la UC alza en silencio, sin vuelta olímpica y lejos de su gente, la decimocuarta copa de su existencia como equipo profesional.

Los de Las Condes fueron el mejor equipo del año definitivamente inconcluso. Culminan la competencia con 24 partidos, 53 puntos, y una amplia ventaja de 13 unidades sobre Colo Colo, su perseguidor más cercano. Fueron los líderes del certamen desde la primera jornada, logrando establecer un vasto dominio, sobre todo durante la primera mitad del año, por lo que no hay cuestionamientos en torno a su consagración como monarca del fútbol nacional.

Dieciséis triunfos, cinco empates y apenas tres derrotas marcaron la campaña estudiantil, que este año ofreció una mejor versión que en su coronación en 2018. Con Aued, Puch y Fuenzalida como figuras, los cruzados fueron dominadores absolutos del torneo. La única deuda quedó en el concierto internacional, pues fueron incapaces de sortear la fase de grupos de la Copa Libertadores y, luego, de inmediato fueron eliminados en la Sudamericana, a manos de Independiente del Valle, a la postre campeón del certamen.

La historia dirá que los cruzados fueron un sólido campeón de un torneo manchado por la crisis social. Cierran la campaña siendo la mejor ofensiva (44 goles), contando con la mejor defensa (apenas 14 goles en contra) y siendo el elenco que más duelos ganó (16).

Ahora, recién comenzarán a planificar una eventual celebración del título, pues hasta última hora la institución universitaria apostó sus fichas a terminar de disputar la competencia a como dé lugar. Pese a que presionaron para eso e intentaron conseguir apoyo entre los clubes, la voluntad mayoritaria quiso otra cosa. Y sin jugar desde el 16 de octubre, celebran ahora el trofeo más triste y convulsionado de la historia del fútbol chileno.

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