Carolina G., en conversación con Patricia Morales y Collage: Ignacia Errázuriz
18 abr 2024 10:35 AM
Después de ocho años viviendo fuera, Belén Morales decidió volver a Chile. ¿La razón? Hace un año nació su primer hijo y no pudo soportar ejercer su maternidad sola, sin una red de contención que la ayudara. En Estados Unidos trabajaba en un colegio bilingüe a tiempo completo, un trabajo bien pagado que le permitía tener comodidades. Sin embargo —dice— nada de eso pudo compensar el dolor de ver a su hijo crecer lejos de una familia que le entregara su amor.
En Chile, alrededor de 233 mil niñas y niños entre los 0 a 5 años se encuentran en listas de espera para entrar a un jardín financiado por el Estado, según revela Observatorio Niñez. A 35 familias que se encontraban en esta situación en la comuna de Santiago, en septiembre de 2023 se les presentó una oportunidad: asistir al primer Centro de Aprendizaje Familiar de Chile (CAF), una propuesta educativa de Educación 2020 que involucra a las familias en la experiencia de aprendizaje de sus hijos y que busca ser una alternativa gratuita para niñas y niños que, por falta de vacantes, no han podido acceder a la educación parvularia.
Sebastián, de 33 años, repite que no conoce a su mamá. Y no porque nunca la haya visto, sino que desde que tiene recuerdos, ha sido una y después otra. Según él, crecer con una mujer con un trastorno de la salud mental del cual nunca se hizo cargo, terminó por enfermarlo de niño. Pero hoy mira para atrás y con distancia es capaz de revisar este vínculo y, en sus propias palabras, agradecer esos pequeños espacios de lucidez donde algunas veces se encuentra con la mujer dulce que lo crió.
Esta mamá está por cumplir treinta y tres años, y se siente sola. Está soltera, no tiene amigas mamás de su edad y se autoexige por cumplir con todo para que a su hijo no le falte nada. Sin embargo, a ella le falta tiempo, plata y ganas. Con la llegada de marzo y la entrada de él al colegio, las cosas se pusieron más complicadas. “Amo ser mamá, la maternidad es preciosa, pero hay un vértigo que acompaña a las rutinas que lo pone todo cuesta arriba”, dice.
Los rasgos de algunas de estas categorías pueden complejizar el florecimiento de vínculos sanos, por lo que ahí es fundamental el apoyo de un especialista.
Lápices, polerones, gomas, parkas o loncheras: aunque estén marcados y etiquetados, no son pocos los niños y niñas que los pierden de vista para siempre. Pero calma: es algo que puede corregirse, aunque requiere de tiempo, paciencia y dedicación.
Mantener caliente el almuerzo que se ha preparado por la mañana es todo un desafío para padres y madres. Para evitar decepciones y alimentos fríos, aquí están los mejores termos del mercado y algunos trucos para que la comida llegue humeante al mediodía.
Con 27 años, uno piensa que las relaciones familiares son estables y que aunque los papás tengan problemas y mañas se van a aguantar, porque llevan años haciéndolo. Esto me vino a decir ‘¿sabes qué? no es tan así, las relaciones se pueden acabar en cualquier minuto’