En el marco del Día Internacional del Gato, en Culto rescatamos aquellos vínculos entrañables que autores y autoras han establecido con los felinos. Algunos han llevado lejos su gusto e incluso han escrito sobre ellos.
20 feb 2024 08:58 AM
En el marco del Día Internacional del Gato, en Culto rescatamos aquellos vínculos entrañables que autores y autoras han establecido con los felinos. Algunos han llevado lejos su gusto e incluso han escrito sobre ellos.
Un grupo de expertos de distintas áreas se basó en declaraciones del fallecido ganador del Nobel de Literatura, para así armar un listado con estos puntos.
En su discurso ante el Congreso, el mandatario mencionó un verso escrito por el poeta inglés John Donne que sirvió de título para la novela que consagró al escritor y Premio Nobel norteamericano: la historia de la derrota republicana en la guerra civil española.
El reciente fallecimiento de la escritora ucraniana Iryna Tsvila, mientras luchaba contra la invasión rusa, hace recordar episodios de autores que vivieron el horror de las trincheras en carne propia. Algunos perecieron, como Wilfred Owen, otros, sirvieron como administrativos o conductor de ambulancias. En todos los casos, las experiencias sirvieron para dar vida a sendos escritos, como Adiós a las armas, de Hemingway, o Rebelión en la granja, de Orwell.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica solicitó al gobierno de Pedro Sánchez terminar con la censura a la que todavía hoy, más de cuatro décadas después de la muerte de Franco, se enfrentan algunos de los grandes clásicos universales en el país.
Perdieron la carga cultural del pasado, cuando se relacionaban con el mal y lo perverso. Los gatos de hoy poseen un aura de entrañable afecto. Reflejan la intimidad, el cariño y el cuidado. Son libres pero cercanos. Incluso se ha comprobado que escuchan, entienden, sin embargo, no hacen caso.
En El olor de la guayaba, el Nobel colombiano desgrana los secretos de su escritura en conversación con uno de sus amigos entrañables. Allí revela sus hábitos frente al teclado, los secretos de sus primeras líneas y por qué, entre asuntos como sus influencias y su repudio a la fantasía, demora tanto tiempo en pensar sus libros y tan poco en acabarlos.
De reciente edición en español, Las campanas no doblan por nadie (Anagrama) muestra los cimientos del último "maldito" de la literatura norteamericana, desde sus primeros intentos como santo y pecador descontento de sí mismo —con heridas de infancia, incluyendo el maltrato físico del padre y un violento brote de acné—, hasta la consolidación de ese esperpento y antifaz literario llamado Henry Chinaski.
El escritor colombiano fue un hito en la literatura latinoamericana por sí mismo. Con un legado conformado por novelas como Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera y Crónica de una muerte anunciada, García Márquez llevó el realismo mágico a un nivel que fue galardonado con el Nobel de Literatura en 1982. En su autobiografía -Vivir para contarla- el autor menciona varias de las obras que marcaron su renombrada pluma.
Las memorias del escritor estadounidense, que recogen sus años de juventud en Francia, junto a James Joyce, Scott Fitzgerald, Ezra Pound y Gertrude Stein, serán adaptadas a la pantalla chica. Entre los productores está su nieta actriz, Mariel.
Autor de libros de poesía y de ensayos breves, ha publicado además una novela (Ocio), un libro de cuentos (Los Lemmings) y una obra de teatro (Luis Ernesto llega vivo), pero más que nada es uno de los destacados poetas de su generación, quizá la última generación importante de poesía en Argentina. Hace poco además fue jurado del premio Manuel Rojas.
Una biografía recién publicada en EEUU, Ernesto: The untold story of Hemingway in Revolutionary Cuba, revela cómo la obra de un desconocido periodista cubano fue la inspiración para algunas célebres novelas del Premio Nobel americano. El libro explora también en su relación afectiva con una cubana, así como en su trato cordial con Fidel Castro.
Antes de volarse la cabeza con un tiro de rifle en el paladar, el periodista y escritor estadounidense vivió veintidós años en La Habana, adonde llegó seducido por la pesca del pez espada. Allí guardó sus libros y cartas —en total más de diez mil—, pero sobre todo, como un artesano insomne, escribió sus obras mayores a la sombra de lo que sería la revolución cubana.
Esta década es la más difícil en la vida de Miguel Bosé: problemas fiscales, ruptura con su mánager histórica, discos irregulares y ahora su expareja lo demanda. Así se derrumbó lo más preciado y hermético que le quedaba: un mundo privado que parecía inexpugnable.
Situada al sur del estado de Florida, en este hogar el autor estadounidense pasó por uno de sus periodos más prolíficos: terminó su novela Adiós a las armas y escribió varios de sus mejores cuentos. Y también comenzó su afición por los gatos.