La denuncia de una golpiza en Coquimbo hizo mella en el ambiente de los clubes chilenos. A algunos los llevó a revisar cómo y quiénes formaban en sus divisiones menores: un mundo donde la presión, los malos tratos y la competencia salvaje podían marcar a un niño para siempre.
Gianluca Parrini C.
26 jun 2022 00:01 AM