El caldillo de congrio Neruda es esa receta que el poeta describió, con lujo de detalles, en su famosa Oda al Caldillo de Congrio, publicada en el libro Odas Elementales de 1954.

Algunos restaurantes han querido ceñirse a esa fórmula y replicarla en sus cocinas, como estos tres, en que el caldillo de congrio nerudiano es uno de los imperdibles de la carta.

Ahora que se cumplen 45 años de la muerte del Premio Nobel, es un buen momento para recordarlo a través de uno de sus platos favoritos.

Bristol Restaurant

En el restaurante del Hotel Plaza San Francisco cocinan esta preparación a fuego lento, cuidando que estén presentes todos los ingredientes que Pablo Neruda menciona en su célebre oda. Incluidos los camarones y el toque de crema y de hojas de cilantro que se le pone al final a este portentoso y saboroso caldo ($ 11.500).

Si quieres probar otro plato de inspiración marina ahí, ojo con los "locos en tres preparaciones": chupe de locos gratinado al horno, con palta sobre papas nativas y locos triturados con quínoa en salsa verde ($ 12.500).

El Rincón del Poeta

Hace 26 años que este restaurante funciona dentro de la Casa Museo de Pablo Neruda en Isla Negra y por supuesto que ahí preparan una de las mejores versiones de caldillo de congrio nerudiano.

Acá lo sirven en una fuente grande de greda, contundente, con un buen trozo de congrio negro que traen de la caleta de El Quisco.

Con la cabeza y la piel hacen el caldo base, al que luego se le añaden las verduras (papas, zanahorias), los camarones y, al final, un chorrito de crema, un poquito de cilantro y dos rodajas de tomate ($ 9.500).

Instálate en la terraza del lugar, con vista a la casa-museo y al mar, y pide el caldillo u otra de sus especialidades, como la hamburguesa "la Hormiguita", hecha con lechuga de mar y cochayuyo, más tomate, palta, mayonesa y lechuga ($ 6.900).

El Mesón Nerudiano

En este restaurante clásico de Bellavista también se ciñen a la fórmula nerudiana. El de acá lleva un trozo grande de congrio, tomate, un toque de ajo, zanahoria, papas, un chorro de vino blanco y la consabida pizca de crema y cilantrofresco al momento de llevar el plato a la mesa ($ 12.900).

Para acompañarlo puede ser el pisco sour del local, hecho con destilado chileno y limón de pica ($ 4.400).

Y si quieres probar otra cosa, una opción es el pastel de jaiba, con harta carne de este bicho marino y poco pan, más un toque de merquén que le da el picor justo. Se hace en librillo de greda y va gratinado al horno ($ 10.900).