En medio de un barrio residencial, en Av. Echeñique con Coventry, en Ñuñoa, hay un pequeño lugar que tienes que visitar sí o sí: Patagonia Sushi.

Y es literalmente pequeño, porque se trata de una barra donde solo caben tres personas, además de algunas mesas en el exterior, al estilo de los izakaya, típico bar o local japonés como los que aparecen en Midnight Diner, la serie de Netflix.

En su cocina encuentras a Xantia Mardones y José Matamala, dibujante proyectista de profesión y cocinero autodidacta.

Este último fue quien en 2015 abrió este local casi escondido, underground, sin publicidad, al que solo se llega por el boca a boca, después de haber trabajado en varios restaurantes de sushi.

Especialidad que continúa en Patagonia Sushi, donde es él quien elige la materia prima: bonitos, róbalos, cabrillas o los pescados que esté disponiblen esa semana. Y a partir de ahí arma el menú.

Omakase o al gusto del chef

Aquí puedes reservar en la barra y pedir el omakase, que es una palabra japonesa que significa ponerse en las manos del chef, es decir, te olvidas de la carta y pruebas lo que José Matamala quiera hacer ese día.

Se trata de un menú único ($ 45.000), de entre cinco a siete platos, o hasta que digas basta, y donde si tienes suerte, puede tocarte la sopa de picorocos, que es una sopita hecha de la reducción de la cocción del picoroco, con choritos, fideos udon y el mismo picoroco, limpio, de carne suave. ¡Deliciosa!

Además de distintos tipos de nigiris, gyosas y dumpling, de masa delgada, como los dim sum y diferentes rellenos.

Patagonia Sushi: con sazón nikkei

Otra opción en Patagonia Sushi que pidas a la carta, donde lo que prima es la cocina nikkei, es decir, técnica japonesa con sazón peruana y fusión propia, que puedes probar en rolls como el acevichado tuna furay ($ 6.500), que es uno de atún, queso crema y cebolla crujiente, que va frito en panko con salsa acevichada.

O el ceviche roll ($ 7.000), de camarón tempura palta y arroz, con una cubierta de ceviche de reineta.

Además de alguno de los maquis, que vienen envueltos en salmón; queso crema; palta y sésamo. Como el maguro roll ($ 5.000), de atún y palta; o el ebicheese roll ($ 5.000), que puede ser de camarón o salmón, con queso y palta.

También hay alternativas sin arroz, como el super king acevichado ($ 9.000), de salmón, atún, camarón, queso crema, cebollín y champiñones en panko, con salsa acevichada; o el pulpo al olivo ($ 9.000), que es de salmón, atún, palta y cebollín, envuelta en palta, y encima un tartar de pulpo al olivo.

Ojo, que el local no tiene patente de alcoholes.