Miryam Singer, Premio Nacional de Música 2020: “Creo que el país le debe un reconocimiento a la música popular”

Miryam Singer, tras bambalinas. Foto Richard Ulloa.

Al ser informada del galardón, la reconocida soprano, directora escénica y arquitecto, académica de la Universidad Católica, destacó la facilidad auditiva de la ópera, el género en el cual más ha trabajado, y la urgencia de crear otro premio para los músicos de tradición oral. “Es un compromiso que asumo”, dijo.


Poco antes del mediodía de este lunes, la reconocida soprano, directora escénica y arquitecto, académica de la Universidad Católica, Miryam Singer recibió un llamado de la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés, para informarle que había sido elegida como Premio Nacional de Artes Musicales 2020. Es la séptima vez en 75 años de historia, que el premio recae en un intérprete y no un compositor. Singer recibirá cerca de $ 22 millones y una pensión vitalicia de 20 UTM.

Así, la directora de Artes y Cultura de la Universidad Católica y profesora del Taller de Ópera en el Instituto de Música UC se convirtió en la vigésimo octava galardonada con el mayor reconocimiento que entrega el Estado a la creación musical. Singer es, además, la séptima intérprete que lo recibe en 75 años de historia del galardón, y antes de ella sólo hubo una cantante premiada: Carmen Luisa Letelier.

La contralto y Premio Nacional de Música 2010 fue una de las integrantes del jurado junto a los compositores Juan Allende Blin, el último galardonado, y Andrés Maupoint, por la Academia Chilena de Bellas Artes, los rectores Ennio Vivaldi, de la U. de Chile y Alirio Bórquez, de la U. Católica de Temuco. La votación fue por mayoría y se se excusó de participar, por razones de salud, el jurado Rodomiro Huanca, cantor y lakita de Socoroma.

El decreto del jurado destacó las razones por las cuales Miryam Singer se impuso a postulantes como Alejandro Guarello, Luis Orlandini, Hernán Ramírez, Guillermo Riffo, Isabel Parra, Horacio Salinas, Roberto Bravo, Patricio Manns y Cecilia Pantoja. Se le otorga el reconocimiento “por su extraordinaria trayectoria nacional e internacional como cantante soprano y como académica. Además, se releva su sólida carrera, creando espacios para el desarrollo de nuevos talentos musicales, quienes han tenido proyecciones internacionales”.

Asimismo, se destacó su “capacidad como gestora y directora, productora y diseñadora, responsable de proyectos notables en torno a la escena operática nacional, fomentando desde este ámbito, el desarrollo de las artes y la cultura en nuestro país”.

Miryam Singer fue una figura central de la actividad lírica de nuestro país durante los 25 años que actuó como solista en decenas de producciones de ópera, y también cantó como solista en exigentes partituras orquestales. En paralelo, además, ha desarrollado desde mediados de los años 90 una prolífica carrera como directora escénica, montando decenas de títulos, con énfasis además en proyectos pioneros que apuntan a la masividad y la itinerancia del género con el país. Asimismo, ha formado a varias generaciones de cantantes que han logrado carreras notables.

“Tiemblo entera de la emoción. No puedo más que agradecer al jurado. Como se suele decir, uno siempre está parado sobre hombros de gigantes. En este caso son hombros de las gigantas que me precedieron. Una de ellas fue Margot Loyola, a quien conocí a los cuatro años cuando mi madre estudiaba con ella. Luego vino mi maestra Elvira Savi y después, por supuesto, mi otra maestra Carmen Luisa Letelier, hace más 40 años en el conservatorio”, declaró Miryam Singer, visiblemente emocionada.

En un encuentro virtual con la prensa y el jurado, a través de la plataforma Zoom, la artista agradeció, con gran entusiasmo, a sus “alumnos, a todos los trabajadores y trabajadoras de la ópera y a la gente que nos ha apoyado. Me acuerdo, por ejemplo, de aquel público en Santiago Poniente que una noche fue a vernos cantar, arropados con sus mantitas. Agradezco a la Universidad Católica, a la que debo estar acá. Agradezco a su rector”.

¿Qué le parece ganar este premio en medio de la gran cantidad de candidatos que había?

Me tomo este premio con mucha humildad y, de alguna manera, me siento llevando la bandera colectiva de la ópera. Hacer ópera, a mi juicio, es un oficio y una misión que se compara con el de barrer las catedrales, cuidar los museos, abrir una galería de arte, limpiar el camino que lleva a las pirámides. Con esto quiero decir que la ópera es una catedral del conocimiento colectivo y, en ese sentido, me siento una trabajadora de esta catedral. Primero me tocó honrar a su creador, Claudio Monteverdi, de quien tuve el honor de estrenar en Chile su ópera Orfeo, creada hace 400 años. Frente a esas montañas que estaban en carrera por el premio, hombres y mujeres, no puedo más que entregar mi reconocimiento sincero y decir que ¡lo merecían más que yo!.

¿Considera que este premio es un reconocimiento a las mujeres?

También considero que este premio significa un reconocimiento a la mujer e implicar dar una vuelta a la página a la historia de la humanidad. Espero que entremos a otra donde ya no existan estas diferencias (entre hombres y mujeres), a excepción de la biológica. Espero pertenecer a la última generación de mujeres que estaban al otro lado: ahora estamos todos juntos. Esto es una lucha que empezaron las mujeres y les recuerdo que la primera que escribió los derechos femeninos fue guillotinada (Olympe de Gouges, en 1793). Y quien luego articuló estos derechos y los transformó en una obra filosófica fue Mary Wollstonecraft, una gran mujer, que justamente lo hizo al año siguiente de la muerte de Mozart, en 1792. Con esto quiero decir que creo que estamos llegando al fin de una época.

¿Cree que es necesario crear otro reconocimiento para la música popular, que se ve siempre desplazada en el Premio Nacional?

Escuché una entrevista que le hicieron hace unos días a Carmen Luisa Letelier, y concuerdo en un 1000% con lo que dijo: hay que crear un premio nacional para reconocer la música popular, de la misma manera como se creó hace muchos años atrás este premio para esta música que es de tradición escrita. Me apropio de la denominación del maestro Fernando García, también Premio Nacional, esto se llama simplemente música de tradición escrita. Es la misma música, es igual, porque una canción de música popular que es exactamente lo mismo que una canción escrita por Schubert. No hay ninguna diferencia, A-B-A, es una estructura clásica igual, lo único que cambia es que hoy día a lo mejor tiene un poquito más de percusión, instrumentos electrónicos y otra forma de emitir, pero es lo mismo. Creo que efectivamente el país le debe a los músicos de tradición oral, como es el caso de la música popular, un reconocimiento, sin lugar a dudas. Apoyo 100% lo que expresó Carmen Luisa y creo que es un compromiso, una necesidad y por supuesto, si de algo sirve que el jurado tan generosamente me haya adjudicado este premio, yo voy a trabajar para que eso exista. Es un compromiso.

“La ópera es tan fácil de apreciar como una canción folclórica”

Consultada sobre si este premio podría ayudar a darle más visibilidad a la ópera, es decir, que llegase a más amplios públicos, Miryam Singer destacó que “la ópera es uno de los objetos más costosos que existen en el mundo. Lo que la hace grande es la presencia viva de centenares de personas en un espacio. En el foso, una orquesta de 70 músicos, arriba del escenario fácilmente 70 cantantes del coro, otros tantos bailarines, solistas. Aparte de todo lo que rodea, por detrás, el escenario, todo el equipo técnico”.

Sin embargo, aclaró, “como yo produzco óperas, conozco la gran cantidad de personas que se benefician de una producción de ópera, y por lo tanto creo que debiera ser, efectivamente, un proyecto país. En Chile estamos preparados para hacerlo porque hay muchísimas personas que han aprendido el oficio de hacer ópera y tengo que reconocer toda la labor educativa que ha hecho el Teatro Municipal de Santiago a lo largo de los últimos 40 o 50 años, en que se formaron a su alero centenares de personas como yo, que estamos trabajando en esto. Debiera ser una decisión política a nivel país, así como se toma la decisión de cuidar y de reconstruir una catedral”.

Miryam Singer fue enfática: “Todos nosotros podemos hacer algo para poner a disposición de las generaciones futuras de este país no sólo el rap, que es una cultura, no sólo la música popular, que también es cultura y es muy importante que exista, sino también este género, que es tan fácil, tan sencillo de apreciar como una canción folclórica. es tan sencillo de apreciar como una canción sencilla como Gracias a la Vida. Pero necesitamos visitarla. Hemos escuchado tantas veces Gracias a la Vida que ya está encriptada en nuestras células, bueno, lo mismo sucede con un aria de ópera, es igual de sencilla. Palabra que sí. Pero se necesita frecuencia. Se necesita ser asiduos de ese universo porque la verdad es que es muy fácil”.

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