El "rey del confite": Dueño de Fruna alista su plan de sucesión

FRUNA
José Antonio Santiesteban, fundador de Fruna.

En la fábrica los trabajadores lo suelen ver siempre anotando cifras en un cuaderno, que diariamente lleva consigo. Suma los números a la perfección y conoce al detalle cuál es la producción, ingresos y deudas. Su cabeza no para, pero desde hace un año puso en marcha junto a sus asesores legales un plan que busca dejar encaminados los negocios de la familia, cuando decida dar un paso al costado.


Fruna ha dejado atrás las denuncias por supuestos maltratos laboral que tanto impacto generaron en mayo de 2017. Hoy aseguran que no tienen ningún problema con sus trabajadores.

El primero de mayo, Antonio Santiesteban, fundador de la compañía cumplirá 71 años. El último, lo ha dedicado a elaborar su plan de sucesión. El denominado "rey del confite" no quiere que existan peleas o disputas familiares que pongan en peligro la continuidad de los negocios.

Junto a sus asesores legales diseña un plan que busca dejar encaminado los negocios de la familia para cuando decida dar un paso al costado.

Cuando era  pequeño, junto a su abuelo -descendiente español- ingresó al mercado de las confiterías. Antonio Santiesteban Álvarez es el único hombre de seis hermanas y comenzó a trabajar a los 13 años de edad. Eran los años sesenta, y al poco tiempo de comenzar a trabajar en una fábrica de dulces, logró hacer capital suficiente para poner en marcha su propio sueño: Fruna.

Hoy detrás de la compañía -que elabora las populares Serranitas y Cariocas- se encuentra un entramado de sociedades que se encargan de toda la cadena productiva. Desde el envasado a la producción de helados. El imperio del "rey de los confites" cuenta con 60 locales de venta, más de 3.500 colaboradores y exporta a Bolivia, Nicaragua y Panamá.

Pese a su crecimiento exponencial y el tamaño de su operación, la empresa sigue siendo administrada de una manera tradicional. El día a día del fundador de Fruna -que por cierto es fanático de la Unión Española- comienza muy temprano. Sagradamente a las 8:30 horas, de lunes a viernes e incluso los sábados se encuentra en la casa matriz de la compañía, ubicada en Camino a Melipilla 11.246, comuna de Maipú.

Su oficina no tiene un computador, según cuentan sus trabajadores. Tiene buena memoria. Siempre suma los números muy rápido, y recibe los días martes a los vendedores, que reportan semanalmente el detalle de todas sus gestiones.

"Lo más difícil es seguirle el ritmo y, por lo mismo, es admirable lo que ha hecho y cómo mantiene el negocio, sigue siendo la cabeza", sostuvo un cercano a la familia Santiesteban.

En la fábrica los trabajadores lo suelen ver siempre anotando cifras en un cuaderno que diariamente lleva consigo. Conoce al detalle cuál es la producción, ingresos y deudas.

Si bien suele visitar las sucursales de ventas, esta semana no ha salido. ¿La razón? Marzo es uno de los meses más fuertes para la compañía por el ingreso a clases de escolares; están de lleno dedicados a responder la fuerte demanda de bebidas gaseosas. Por lo mismo, el patriarca de la familia está abocado a comprar una tercera línea de embotellado.

Al igual como lo hiciera su padre, Epifanio Santiesteban Cabañas, Antonio ha ido integrando a su familia a los negocios. Producto de la dicha labor y el trabajo mancomunado con sus hijos es que nacieron las marcas Carioca, Serranita y Bowling. Quizás sus mayores joyas de una carrera plagada de invenciones y marcas propias.

Toda la familia involucrada

Siempre en sus orígenes fue muy detallista. Elegía el color del producto. Envases y hasta los probaba. Si no les gustaba pedía rehacerlos. Hoy en día dicha función la impulsa su hijo Nicolás, quien ha hecho diversos productos, mejorando diseños más antiguos. Pero a fin de cuentas, la última palabra la sigue teniendo el padre de familia.

Por otro lado, en el área de embotelladora y helados, se encuentra Rodrigo, otro de los hijos de Antonio. A la par con su hermano también se han dividido la administración de los locales de venta, repartidos principalmente en Santiago.

Al interior de Fruna también se desempeñan en cargos de responsabilidad algunas hermanas de Antonio Santiesteban, entre ellas Pilar, quien está desde los orígenes de la compañía. De igual formas otros familiares se encargan de elaborar insumos, como plásticos y contenedores. Dicha área está en manos de otro de los hijos del patriarca, José Antonio.

Mientras que Marple -firma dedicada a envases para alimentos, vasos y copas- es administrada por los sobrinos de José Antonio: Miguel Lorca y Alejandro Oyanedel.

Pero los negocios de la familia no sólo están ligados a la elaboración de confites y su cadena productiva. También están vinculados a otras áreas. Ejemplo de ello es Maigas, firma fundada en 1970, que se encarga de la producción de suministros de cocinas, hornos, freidoras y máquinas procesadoras. La compañía es liderada por otro de los hijos del patriarca de Fruna, Álvaro.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.