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Medio Oriente: Los testimonios de ambos lados del conflicto israelí-palestino

Dos chilenos en Israel, un médico español en Jerusalén y un palestino en Gaza cuentan su experiencia durante esta escalada de violencia, que ayer vivió otra jornada dramática. Esto en medio de los esfuerzos internacionales para poner fin a la crisis actual.

Foto: AFP AFP

Los esfuerzos diplomáticos se intensificaban ayer para intentar poner fin a la escalada de violencia entre Israel y Hamas en la Franja de Gaza, mientras que se sucedían choques entre judíos y árabes en Israel.

El Ejército israelí dijo que desde el inicio del conflicto se han disparado más de 2.000 cohetes desde Gaza hacia Israel, de los cuales aproximadamente la mitad fueron interceptados por los sistemas de defensa antimisiles y 350 cayeron en la Franja de Gaza. Según indicó la institución, los militares están atacando las redes de túneles que permiten a los combatientes y dirigentes de Hamas desplazarse por la Franja de Gaza, así como a “una brigada terrorista” preparada para disparar cohetes contra Israel.

Al menos 126 personas han muerto en Gaza desde el lunes, entre ellas 31 niños y 20 mujeres, y otras 950 han resultado heridas, informaron funcionarios médicos palestinos. Entre los ocho muertos en Israel hay un soldado que patrullaba la frontera de Gaza y seis civiles israelíes, dos de ellos niños, según las autoridades del país.

Durante una visita ayer a la ciudad de Lod, fronteriza con los territorios palestinos y en donde se han producido fuertes altercados entre la población israelí y árabes, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, denunció que “grupos de alborotadores árabes están atacando a los judíos por todas partes”. Luego matizó los comentarios y señaló que aunque “no es la mayoría de la población árabe”, sí “una minoría significativa” es la que “está dañando violentamente a inocentes y dañando lo construido a lo largo de los años”.

En vísperas de una sesión del Consejo de Seguridad de la ONU mañana para debatir la situación, el enviado del gobierno del Presidente estadounidense Joe Biden, el subsecretario adjunto para Asuntos Palestinos e Israelíes Hady Amr, voló ayer a la región. La embajada de EE.UU. en Israel dijo a la agencia Reuters que el objetivo de su viaje era “reforzar la necesidad de trabajar hacia una calma sostenible”.

Foto: AP Hatem Moussa

Egipto lideraba los esfuerzos internacionales para lograr un alto el fuego en medio de temores de que el conflicto se extienda. Fuentes de seguridad dijeron que ninguna parte parecía estar abierta hasta ahora, pero un funcionario palestino aseguró que ayer se intensificaron las negociaciones.

En varias ciudades de Cisjordania se realizaron manifestaciones en contra de los bombardeos israelíes. Al menos nueve palestinos murieron y varias decenas resultaron heridos en el marco de estas movilizaciones. El Ejército israelí prometió investigar el uso de fuego real en al menos uno de los casos, si bien ha defendido que ha respondido a una serie de ataques violentos y ha acusado a los manifestantes de lanzar piedras y artefactos incendiarios contra los uniformados, según la prensa de Israel.

Mientras, en Israel, cerca de 1.000 miembros de la policía de fronteras fueron convocados para reforzar las ciudades, escenario de disturbios intercomunitarios desde el martes. Más de 400 personas, judías y árabes, han sido detenidas en los últimos tres días.

El primer ministro Benjamin Netanyahu criticó ayer la actitud de los líderes de la comunidad árabe, al considerar que su condena de la violencia ha sido “muy débil” y ha recalcado también que las fuerzas israelíes harán “lo necesario” para reinstaurar la calma.

La escalada de tensión ha generado el temor tanto de israelíes como palestinos. La actual crisis ha sido calificada como la mayor ola de violencia desde 2014. A continuación testimonios que dan cuenta lo que viven los ciudadanos a ambos lados del conflicto.

Un manifestante palestino lanza bengalas en medio de enfrentamientos con soldados israelíes en el centro de la ciudad de Hebrón. Foto: AFP HAZEM BADER

* Escondido en el refugio

Silvan Gobrin llegó por primera vez a Israel en 2008 y actualmente reside en Kfar Saba, una ciudad del Distrito Central de Israel. “Hemos recibido misiles, pero no es como estar en el sur, en el límite con Gaza que es algo constante. Hoy (viernes) el día ha estado tranquilo y espero que se mantenga así. El jueves durante el día tuvimos que bajar al refugio”, cuenta en conversación con La Tercera.

“Me habían tocado escaladas menores pero nunca había estado en algo así como ahora, nunca. Ha sido súper estresante. Yo tengo tres niños. En tres días hemos recibido tres mil cohetes, lo que me parece que es una escalada lo suficientemente alta”, añade.

Actualmente, Gobrin -que trabaja en una ONG de bienestar para sobrevivientes del Holocausto- se encuentra en su casa, en teletrabajo y con sus hijos, ya que debido a la crisis los menores no están asistiendo a clases. Al ser consultada sobre los enfrentamientos en Israel señala que “hubo una exacerbación después de lo que pasó en el Ramadán en Jerusalén con grupos de jóvenes musulmanes extremistas. Acá todos convivimos con árabes, pero hay ciudades que tienen un porcentaje más alto de coexistencia que otra, como Lod, Haifa, Jerusalén. Se ha producido una especie de estallido, han habido altercados y linchamientos y ayer yo veía videos de ciudades acá cerca donde estoy, de árabes que están en la calle y paraban los autos en la mitad de la calle y les han dado cuchillazos en los neumáticos. Están muy agresivos”, cuenta Gobrin.

* Bombardeos en las noches

Gabriel Colodro -presidente de la comunidad chilena en Israel- vive en la localidad de Ratma Gan, que está a un kilómetro y medio de Tel Aviv. “Acá en el centro (de Israel) hemos tenido bombardeos en las noches, el martes fue a las 3.30 de la madrugada, que es bastante complicado porque después de eso es muy difícil volver a dormir. Los niños quedan muy intranquilos, muy ansiosos, quedan llorando. El miércoles tuvimos bombardeo a las 1.30 de la madrugada y el jueves a las 12.30 de la tarde hubo otro bombardeo hacia el centro del país. Los ciudadanos del sur lo han pasado mucho peor. Los bombardeos han sido constantes desde antes de que comenzara esta escalada”, explica a La Tercera.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reúne con la policía fronteriza israelí el jueves 13 de mayo de 2021 en Lod, cerca de Tel Aviv. Foto: AP Yuval Chen

Colodro llegó a Israel en 2011 y considera que es la peor escalada desde 2014. “Yo vivía más cerca de la Franja de Gaza, solo a 30 kilómetros, y la verdad es que fue muy intensa esa operación, ese conflicto, pero nunca había sido así de intenso en el centro del país. Cuando tienes ciudades que han pasado escaladas similares a esta es distinta la sensación cuando hay un sector del país que no ha experimentado esto de esta forma. La vez anterior que tuvimos un gran bombardeo en el centro fue en 1991, en la Guerra del Golfo”, recuerda.

“Se suspendieron parcialmente las actividades, los colegios no están funcionando presencialmente. Se volvió a un sistema de clases online, hay muchas empresas que optaron por volver al teletrabajo. Se ha afectado el día a día, los bombardeos han sido constantes, diarios y se ve muy poca gente en las calles”, añade.

* Un médico sin Jerusalén

El siquiatra español de Médicos Sin Fronteras, Juan París, se encuentra actualmente en Jerusalén. “Tenemos equipos en Cisjordania y también en Gaza. Mis compañeros allí han descrito que una noche de bombardeo estos días fue como el mes entero de bombardeo en 2014, ha sido considerablemente más intenso. Y hoy (viernes), a lo largo de del día, progresivamente se vieron protestas en toda Cisjordania. Y según los últimos datos que he podido ver, ya han fallecido nueve palestinos en el encuentro con las fuerzas de seguridad israelíes”, contó a La Tercera.

Como siquiatra, París explica que en la ayuda que la organización presta, los profesionales se encuentran “con una población crónicamente expuesta al estrés de la ocupación, más la precarización de la vida, la limitación de recursos, acceso, oportunidades, etcétera y la repetición continua de eventos potencialmente traumáticos como desde encontronazos violentos hasta las detenciones arbitrarias”.

* F35 y F16 sobre Gaza

El periodista en Gaza, Yousef Gaben, señala a este medio que “la situación se ha ido intensificando con el correr de los días”. “Las fuerzas israelíes están usando aviones militares, incluido F35 y F16. Están bombeando lugares donde hay personas. Las fuerzas de ocupación israelíes han declarado que continuarán la agresión contra la Franja de Gaza. Y la tensión, está aumentando”, indicó.

Soldados israelíes con vehículos blindados se reúnen en un escenario cerca de la frontera con la Franja de Gaza. Foto. AP Tsafrir Abayov

Las fuerzas convencionales han apuntado a las torres residenciales. Cuando decimos torres residenciales, estamos hablando de una torre residencial que incluye quizás 15 pisos, y donde cada piso consta de cinco o seis departamentos. Estamos hablando de cinco familias que viven en cada piso. Han destruido tres. Te llaman por teléfono y dicen que la gente evacue la torre y te dan cinco minutos o 10 minutos para poder evacuar toda la torre. Y, por supuesto, esto crea una especie de pánico. La gente cuando huye, no pueden sacar nada excepto a sus hijos y salir. Entonces puedes imaginar cómo es si alguien te llama ahora mismo y te dice que salgas de tu casa en cinco minutos. Así que no puedes pensar en nada excepto en tus hijos, tu marido, tu madre”, cuenta.

Gaben relata la situación en Gaza antes de los bombardeos. “La situación ya era desastrosa y catastrófica porque vivimos en un asedio israelí desde 2006. Tenemos acceso a la electricidad solo ocho horas al día. Por supuesto, hay una grave escasez de agua y agua potable, nuestra gente la tiene que comprar. Y, por supuesto, tenemos el 60% de las personas que están por debajo de la línea de pobreza. A ello se suma la pandemia. En ese sentido, por supuesto, el sector médico aquí ya está devastado. Sabes, es muy débil por el asedio. Y a pesar de todo eso, los palestinos intentan sobrevivir hasta llegar a la última agresión”, sostiene.

“No podemos hablar de los palestinos como los que iniciaron este enfrentamiento con Israel. Todo el mundo sabe que Estados Unidos llamó a Israel a dejar de expulsar y desplazar a la gente de Sheikh Jarrah (en Jerusalén) para no hacer explotar la situación en los territorios palestinos ocupados. Pero Israel no respondió. Hizo oídos sordos”, concluyó.

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