En esta oportunidad, queremos contar la historia de “el” diseñador del futurismo por excelencia, Joe Colombo, y algunas de sus piezas más icónicas en tres capítulos. En este, el primero, algunos datos de su biografía y de la lámpara Acrílica.

Luego de decidirse y abandonar la plástica, Colombo se vio “obligado” a seguir los pasos de su padre, quien al fallecer le heredó la empresa familiar dedicada a la fabricación de aparatos eléctricos. Comenzaban los años 60 y Joe Colombo, enfrentado al mundo de los negocios, experimentó con nuevos materiales como el plástico reforzado. Ya en 1962 fundaba su estudio de diseño, desde el que desarrolló proyectos de interiorismo y arquitectura.

En conjunto con su hermano Gianni, desarrolló la idea original para la lámpara Acrílica en 1962, una escultura ingeniosa que, en palabras del mismo Colombo, representa el traspaso de las experiencias cinéticas del papel a la luz. La fuente artificial de luz permanece oculta en la base, la curvatura de acrílico claro difunde luz indirectamente e ilumina una mesa o el escritorio. Una de sus pasiones fueron las lámparas, otras famosas son la Araña, la Alógena y la Flexible, cada una dueña de mecanismo fantásticos y elegantes.

Colombo fue un diseñador del futuro, no sólo influenciado por su época, marcada por la ansiedad tecnológica y la carrera del espacio, sino además por la idea de hacer de los espacios hogareños, mundos automatizados. Fue así que desarrolló un sinnúmero de muebles modulares y aparatos tecnológicos. Muestras de una de sus ambiciones: la adaptabilidad.

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• Joe Colombo (1930-1971) estudió arte en La Academia de Bellas Artes de Brera, en Milán. Luego, estudió arquitectura en el Politécnico de la misma ciudad. En 1951 se unió al movimiento pictórico nuclear; se dedicó por varios años a la pintura y la escultura expresionista abstracta, que terminaría siendo la base conceptual de sus proyectos en diseño, comenzados en 1958.