Sus queridos le dicen Mela a la asistente de dirección que vive entre el “¡un, dos, tres grabando!” y el “¡cortén!”. Participa en decenas de proyectos, pero cuando no está detrás de las cámaras es porque está en su departamento; un espacio que es tan ella que de puro mirar uno empieza a descifrar instantáneamente su personalidad.

“Aquello que ha pasado por varias manos tiene mucho valor para mí”, nos dice Mela cuando comenzamos a dar un recorrido por su departamento, donde ya lleva más de tres años disfrutando de la ubicación y luz que éste tiene. “Todo lo he ido rescatando y me encanta hacer manualidades”, asegura; algo que está completamente a la vista porque se ha dedicado a rescatar muebles y objetos que cuentan una historia específica, que no fueron creados en serie y puestos en vitrina, sino que hablan de cariños arraigados, de un mano en mano e ir adquiriendo las cicatrices propias de la vida.

Entre mate, buena música y comida sana Mela desarrolla su vida junto a sus dos gatos: Charly y Alba. Un par que se pasea por espacios que están al borde de tener un perfil temático, pero que por separado cada uno resulta versátil y adaptable a cualquier elemento que pueda integrarlo. Mientras que la pieza principal “la he tratado de mantener más neutra”, ya que es su lugar de descanso y desconexión. Naturalidad y color, acá la estrategia queda fuera de combate y sólo fluye lo natural.

Destacar:

- A Mela le fascina prepararse diferentes tipos de té durante el día, no en vano exhibe una colección de teteras.

- Mobiliario. Esto del rescate y de los muebles de mano en mano se ejemplifica en el living y comedor, donde se dispusieron piezas de terciado enchapado.

Inspiración

Este es un departamento repleto de atractivos objetos, tan encantadores como coloridos y delicados.