A muchas actrices les cuesta toda una carrera llegar a protagonizar un largometraje. A Perla, con el origen más humilde que se pueda imaginar -recogida en la calle, malherida y con pelones- le tomó solo tres años.

Sergio Castilla -director de películas como “Gringuito”- recuerda que no lo pensó mucho esa noche, cuatro años atrás, cuando la vio en una esquina cerca de su casa y le dijo ‘vamos’. Ahora que hay una película que se inspira y se llama como ella en los cines, que ambos terminaron juntos un gran trabajo, tiene una sensación extraña pero agradable, una especie de asombro al ver cómo ese momento los condujo al actual: “Hay algo especial con ella y su historia. Se ha transformado en un símbolo del abandono, del rescate. Ella es más conocida que la película. Al lugar que voy todos la conocen y le hablan, ‘¿Perla?’”.

Castilla vivió muchos años en EE.UU., dejó hijos y nietos allá. Tiene una amistad con el idioma pero ningún amigo para practicarlo en Chile. Por eso, cuando ella vuelve de la cocina relamiéndose, él le pregunta ‘What did you eat?’, y Perla, como si entendiera, lo mira con culpa. Sergio le compró una cama; logró que ella la use, pero al final se presenta en su dormitorio cada mañana antes de que él despierte.

¿Fue difícil hacerla actuar?

“Al comienzo, porque no nos conocíamos mucho. Actúa bien, pero hay que estar atento a cuando ella quiere hacer las cosas. Hizo muchas que nunca me esperé. Hay una escena bien bonita, en que ella sale corriendo con una botella plástica en el hocico y se arma una pichanga en la Plaza de la Ciudadanía con los perros que viven en torno a La Moneda, con fintas que Alexis Sánchez no podría hacer. Eso lo hicimos narrar por Ernesto Díaz Correo, un gran narrador de partidos de futbol. Es una tremenda improvisadora”. _x0007_perlalapelicula.cl