Bendito relajo
Quiero que los niños tengan recuerdos de soltura, donde convivan con perros tuvimos un hámster hace poco, no de la mamá, que está todo el tiempo arreglando los cojines, confiesa la dueña de esta casa.

Al enfrentarse con la fachada de esta casa estilo francés es parte de la lógica pensar que en su interior cuelguen cortinas de terciopelo, destaquen reliquias antiguas, muebles de estilo. Todo en un contexto bien estirado. Pero con el primer aproach se derriba el primer supuesto. Una casa luminosa, donde corren niños detrás de un westie y otro perro amigo que está en calidad de préstamo es la realidad. Y es que es el imperio de la mezcla y los contrastes, lo que se produce en la decoración, recorre los distintos espacios de esta noble construcción.
El muro de la entrada color tabaco, con tablas de madera traídas por la dueña de casa -que es decoradora- en un camión desde Coyhaique hablan de su lado rústico.
El moderno comedor con una larga mesa de cristal dialoga con una batea y un saco abierto.
Para acompañar la afrancesada estética de la casa, llena de exquisitos detalles, como las cornisas, las molduras de las paredes, manillas de bronce, la escalera señorial, etc., está el sofá cuja normando del living y las lámparas de lágrimas, algunas más osadas con colores atrevidos, que desfilan en todos los cielos, incluso en la cocina. Después de pasar por siete cambios de casa y experimentar remodelaciones en cada una de éstas, además de su oficio como decoradora y productora de catálogos, es una voz a la hora de decidir espacios, combinar estilos y lograr identidad. “Hay gente que hace una carpeta con recortes de revistas, para guiarse. Yo, la verdad es que no tengo referentes. Voy sumando gustos, experiencias, recuerdos y adaptando según el estilo de vida”, dice la decoradora.
"Aquí yo quería una casa con las puertas siempre abiertas, donde mis dos niños transiten sin problemas por el living, por eso el sofá negro, color fácil y las sillas del comedor con funda, se lavan y se acabó.
El arte es un tema en el que esta decoradora ha puesto especial dedicación “es donde con gusto invierto” y es parte de este espíritu de lograr sensaciones en los lugares y jugar con los sentidos. Cuadros y esculturas se cruzan en los ambientes con sus distintos lenguajes y coloridos, expresados en la mano de Matías Vergara, Samy Benmayor, Enrique Ordóñez, Pilar Landerretche, María José Romero, entre otros.
La magnificencia de los espacios y la calidez con que están intencionados es lo que disfruta cada día su dueña. “Mi trabajo es ir y venir, pero paso buenos ratos en mi casa, ahí es cuando me siento, la contemplo y la disfruto.
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