Aquí hay historia, emoción, inspiración. Basta conmirar esta gran bóveda, gentil pero bóveda al fin; con respirar el olor a pasto y hojas, con escuchar el viento de la arboleda de encinas conmás historia de Pirque. Así de simple aparecen la inspiración, las historias, las conversaciones ricas y entretenidas, como las que se tienen con su dueño, el director del Estudio de Diseño Árbol Color, Marcial Cortés-Monroy.

Hace 13 años este arquitecto buscaba un lugar de retiro, una especie de refugio para la desconexión total, algo que le recordara su infancia en Chillán. La búsqueda fue fructífera y terminó en Pirque, en un terreno que contenía parte de lo que antiguamente había sido el parque de Las Majadas de Pirque, diseñado por el paisajista francés Gustavo Renner. Allí,Marcial proyectó una bóveda de estructura metálica y raulí, la “capilla estilo aeropuerto”, como la llamó anecdóticamente Nicanor Parra, amigo de Marcial.

El diseño surgió de un esquema experimental que Marcial tenía en la cabeza y que llevó a la práctica en este lugar bajo su sello arquitectónico, donde lo más importante era que la estructura se mezclara con la naturaleza y la antigua avenida de árboles como sacada de cuento perpetuara su protagonismo. “Este es el lugar donde mejor me siento, tengo mucha paz, especialmente cuando llega el raco, ese viento tibio que viene desde los cajones cordilleranos y que produce algo casi místico”, describe Marcial.

Todo aquí se pensó para disfrutar, desde la huerta a un costado de la casa dondeMarcial y sus hijos cosechan hortalizas, que después son el punto de partida del rito de cocinar en grupo, siempre con buena música de fondo. “Aquí se cocina todos los días, inventamos recetas con lo que cosechamos”.

Marcial, su casa bóveda, la arboleda, las hortalizas, el viento y Pirque mismo, todo es parte de un estilo de vida, de unamanera de gozar al máximo sin lujos, simplemente viviendo la parte de la historia que queda por contar.