Cuando empieza el frío, inevitablemente uno piensa en calefacción y en cómo temperar la casa de manera pareja y sin quedar en la calle por ello. El ideal siempre es la calefacción central, que calienta de manera homogénea y logra que todos los espacios tengan una temperatura agradable; el lado no tan simpático de esto es que el gasto es mayor, aunque hablando con expertos me dicen que una calefacción central bien programada, sin caer en excesos de temperatura, es igual o más eficiente que la puntual de estufas independientes. Cuando la casa logra una temperatura estable, mantenerla con la central debería ser más económico.

Para este número hicimos un levantamiento de mercado, y nos encontramos con que hay mucha oferta y tecnologías muy distintas, y conseguir la información real de cuánto calientan, gastan y cuáles son las características principales de los diversos sistemas no es tarea fácil. Una deuda de parte de las tiendas especializadas y de los distribuidores, que debiesen capacitar a sus equipos de venta, ya que son ellos los que ayudan a decidir una compra. Después de todo lo que vimos, nuestros consejos son: buscar las más limpias; la contaminación intradomiciliaria es un tema importante, especialmente si se vive en una ciudad contaminada como Santiago y que en invierno siempre está al borde de la preemergencia. Bajo este aspecto, las eléctricas son las que llevan la delantera. También averiguar para cuántos metros están diseñadas; comprar una chica pensando en calentar más metros de los recomendados por el fabricante va a ser ineficiente, causando frustración y un consumo mayor. Ventilar en algún momento la casa; un rato con ventanas abiertas recicla el aire y es sano. Si optan por leña, comprar la adecuada, certificada, si está húmeda contamina y es menos eficiente. Y por último, un consejo que nos dieron: considerar la calefacción como una necesidad básica, no como una extra, como el agua o pagar el dividendo; por lo tanto hay que asignarle un porcentaje del presupuesto familiar, a veces juntar un fondo durante el año para este ítem hace que los meses de invierno sean menos duros, prorratear el costo y no concentrarlo en los tres meses de invierno.