Editorial

Sábado 23 de junio de 2018, edición N° 789




Quince años de buenas ideas y buen diseño, eso es lo que celebramos hoy en MásDeco, quince años en que hemos visto modas nacer, maneras de vivir, evolucionar o aquello que en un minuto fue objeto de deseo, después de algunos años pasar olvido solo para ser reemplazado por lo nuevo.

Hace ya un tiempo que como medio tratamos de ir contra el consumo desmedido y voraz, mostrándoles espacios decorados por sus dueños con objetos y muebles que para ellos son importantes porque narran su historia, quiénes son. Espacios y objetos que seguramente seguirán igual por muchos años. También les hemos inculcado el valor por el objeto original, ese en el que se han invertido horas de investigación y pruebas y que por lo mismo tiene un precio distinto. Bajo este criterio les hemos mostrado diseños clásicos internacionales, los cuales al día de hoy se siguen fabricando según las especificaciones técnicas de sus autores, o que han sido mejorados por el fabricante al incluir materiales antes inexistentes. Aprendan de ellos y a distinguirlos de las miles de copias malas que inundan nuestro mercado. También hemos elegido mostrar a muchos diseñadores nacionales contemporáneos, quienes han ido adaptando sus ideas a los procesos de producción disponibles en Chile, y cuyo resultado son piezas de calidad y casi siempre con un fuerte acento en lo artesanal, la terminación a mano.

Por todo lo anterior, en esta edición aniversario les mostramos tres instancias donde el diseño contemporáneo tiene un rol principal. El primero es un reportaje a la exposición que actualmente está en el Centro Pompidou, en París, Francia: UAM, Unión de Artistas Modernos, que recoge la efervescencia del vivir moderno de comienzos del siglo XX en Europa, con nuevos materiales y maneras de producir que revolucionaron el cómo vivir hasta ese momento conocido.

También los dos espacios que llevamos siguen esta línea, abundantes en diseños clásicos atesorados por lo que representan y no por moda.

Y nuestro reportaje central: cómo celebrar, porque siempre hay un motivo. Pero quisimos poner el énfasis en los detalles, aquellos que transforman una comida en memorable y al anfitrión en maestro.

¡Gracias por estos quince años!

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