Prácticamente todas las grandesmultitiendas son enormes recintos cerrados, ajenos al contexto exterior. Sus interiores son climatizados e iluminados artificialmente, sin importar si afuera es de día o de noche o la temperatura quemarca el termómetro. Con ello los costos energéticos, básicamente por el gran tamaño, sonmuy altos. Esta situación, que es muy poco sustentable, ha logrado revertirse en un caso particular.

Me refiero a un local de Homecenter en Copiapó, ciudad de alta radiación solar, que en este caso fue controlada desde la cubierta del edificio.

En este tipo de construcciones, la luz que puede entrar por las paredes, cualquiera sea la orientación, no alcanza a iluminar el centro, por ello la cubierta es la única posibilidad. Ahora bien, cualquier ingreso de luz desde arriba corre el riesgo de iluminar demás, creando oscuras sombras,molestos contrastes y sobrecalentamiento, en especial en climas de sol vertical potente. La opción típica es hacer entrar luz por ventanas en la cubierta, orientadas al sur para lograrlo de forma pareja, pero tampoco es suficiente. Por ello, la alternativa ideal son entradas de luz que miren al sol directamente, pero de tal modo que los rayos solares entren vía “rebotes” en superficies blancas semibrillantes de los aleros y cubiertas. Este proyecto logró una certificación energética LEED muy alta, la primera en Chile en alcanzar esta categoría.

Lo anterior fue posible gracias al trabajo de un equipo multidisciplinario y los mandantes, con el objetivo final de proyectar un edificio eficiente, en donde tuve la suerte de ayudar. Todo lo que se proponía era ampliamente estudiado y consensuado, todos estaban abiertos a ceder y aceptar las ideas de los otros, mediante reuniones semanales y por varios meses. Se había armado un equipo grato y sustentable; esto no siempre se da, muchas veces, los arquitectos a cargo no aceptan modificaciones (salvo las que se le ocurren a ellos mismos y que nadie pide) y, por otro lado, los especialistas se resisten a estudiar una instalación nuevamente. En este caso puntual la oficina a cargo, Figueroa-Silva Arquitectos, estaba dispuesta a contribuir y sobre todo a abrirse a esta nueva línea, la de concebir edificios ambientalmente eficientes.